La preeclampsia es una enfermedad que solo afecta a las mujeres embarazadas, determinar esta afección es muy complicado ya que las causas aún no han sido comprobadas científicamente, pero se atribuye a un cambio que afecta al suministro de sangre y por ende oxígeno y nutriente hacia la placenta. Esta alteración de la sangre causa hipertensión y todos los problemas relacionados con ella, aunque la mujer embarazada lo desconoce, ella puede verse afectada con preeclampsia desde la gestación y no es hasta las 20 semanas de gestación donde los síntomas aparecen y por esta razón es en el último trimestre del embarazo donde se detecta la maliciosa enfermedad.
Este enemigo silencioso es el gran temor de toda mujer embarazada y también para las mujeres que desean quedarse en estado, pero no todo es gris en el panorama hay muchas formas de estar pendiente de los posibles riesgos durante el embarazo. El primer paso es tener un control prenatal adecuado para estar atento de cualquier síntoma de alarma, otro paso muy importante es estar muy bien documentada sobre el tema para disipar cualquier duda y estar alerta ante cualquier síntoma desconocido.
Diagnóstico y Tratamiento de la preeclampsia
Hay muchos síntomas de alarma que pueden generar sospecha en la mujer embarazada, lo primordial es ver altos niveles en la presión arterial y proteína en la orina en los exámenes de rutina. Si hay dudas por parte de la madre o del médico que lleva el control del embarazo lo más recomendable es que la mujer se dirija al hospital más cercano para realizar una prueba para despistar cualquier duda.
Entre los síntomas de alarma que la pueden llevar a la madre a presentar dudas sobre su buen estado de salud podemos mencionar los siguientes:
- Hinchazón de cara, manos y pies.
- Aumento de peso (2 kilos o mas) en una semana.
- Vómitos y mareos que no se disipan con medicamentos.
- Diarrea copiosa.
- Visión distorsionada (ver luces, ver borroso, ver rayas).
- Desmayos repentinos.
- Dolor intenso debajo de las costillas, más intenso en lado derecho.
- Dolor de cabeza muy intenso que no disminuye con medicamentos.
Diagnóstico
Los exámenes de rutina para despistar la preeclampsia son los siguientes.
- Examen físico para medir la presión arterial, ésta debe ser superior a 140/90 mm/Hg. Para casos graves el nivel debe ser igual en todas las ocasiones y la presión se debe medir cada 4 horas sin ver ninguna mejoría.
- Hacer un conteo de proteínas en la orina, para casos graves los niveles no deben variar pasada las 24 horas.
- Análisis de sangre para verificar la coagulación sanguínea de los órganos importantes de la madre (hígado, riñones).
- Ultrasonido para verificar que el flujo sanguíneo del cordón umbilical sea el correcto además que se puede verificar si la cantidad de líquido amniótico es el adecuado para el crecimiento del bebe.
Tratamiento
Como medida número uno lo que se recomienda es dar a luz, hay que tener en cuenta que él bebe tenga como mínimo 37 semanas de gestación. En la mayoría de los casos todos los síntomas desaparecen por completo después del parto. Si la madre y el feto aún no están preparados para el alumbramiento se deben administrar medicamentos para inducir el parto. Hay que tomar en cuenta que existe una preeclampsia leve y una grave, si la madre tiene un caso leve lo más sano es sobrellevar la enfermedad en casa hasta que el feto este completamente desarrollado, las recomendaciones médicas para los diferentes casos se reflejan a continuación.
En casos leves
- Guardar cama tanto como le sea posible, se le recomienda a la mujer embarazada dormir sobre su lado izquierdo más de 12 horas al día, además de que debe salir de la cama solo para lo estrictamente necesario como exámenes médicos o ir al baño.
- Tomar más de 8 vasos de agua al día.
- Reducir la cantidad de sal que consume en sus comidas, la mujer embarazada solo debe colocar una pequeña pizca de sal con la punta de los dedos a la comida.
- Ir regularmente a las consultas de control prenatal para verificar el estado de salud de ambos.
- Llevar un control de la presión arterial, tome nota de todos los datos y si es posible tenga a la mano un tensiómetro o a alguien especializado en le tome la tensión.
- Tomar medicamentos para el control de la presión arterial, todas las medicinas que consuma la mujer embarazada deben ser bajo estricta vigilancia médica.
En casos graves
- La hospitalización de la madre para que así pueda estar en vigilancia médica las 24 horas del día, para evitar complicaciones graves.
- Administración de medicamentos para controlar la presión arterial y las posibles convulsiones.
- Vigilar frecuentemente el funcionamiento de los órganos vitales como los riñones, hígado y corazón.
- Administración de esteroides para acelerar la maduración de los pulmones en fetos menores a 34 semanas.
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¿Cuáles son las causas y consecuencias de la preeclampsia?
En la actualidad los ensayos clínicos aun no dan con la causa de la preeclampsia, sólo se estima que de cada 10 mujeres embarazadas entre 1 y 3 padecerán preeclampsia. Como norma general la enfermedad se describe como una mal formación en la placenta que dificulta el suministro de sangre y oxígeno que existe entre él bebe y la madre. Los médicos aun no dan con la respuesta de porque algunas mujeres embarazadas padecen la enfermedad y otras no, pero te indicaremos un posible perfil de las afectadas con dicha enfermedad.
- Las madres primerizas: las mujeres (primigesta), tienen mayores probabilidades de sufrir preeclampsia, se recomienda tener un control prenatal adecuado, ya que es la primera vez que el organismo de la madre atraviesa los múltiples cambios que surgen con el embarazo.
- Ser madre de gemelos: tener embarazos múltiples siempre conlleva un riesgo, si está en gestación de gemelos hay que cuidarse de los síntomas de la preeclampsia, también si en el pasado la mujer ha tenido gestación de gemelos sin importar que el actual embarazo no lo sea.
- Antecedentes de preeclampsia: si en embarazos anteriores la madre ha sufrido de preeclampsia hay que hacer un seguimiento muy exhaustivo, no quiere decir que la madre en todos los embarazos venideros sea una paciente afectada, pero si hay un porcentaje de riesgo de hasta el 30%, lo ideal es que los servicios médicos siempre hagan pruebas de control rutinarias de dicha afección para evitar futuros inconvenientes. Por otro lado si la madre tiene antecedentes de familiares (madre, abuela o hermanas) que hayan sufrido la enfermedad hay que estar siempre en alerta ante cualquier síntoma.
- Ser paciente con afecciones comunes o graves: si es una afectada por diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca o renal, incluyendo el síndrome de antifosfolípido hay que estar en estado de alerta, estas enfermedades están muy ligadas a las fallas orgánicas que genera la preeclampsia.
Consecuencias que puede conllevar la preeclampsia
En cuanto a las consecuencias de la preeclampsia hay que tener en cuenta que éstas pueden persistir más allá de la hora del parto, eso quiere decir que los desgastes orgánicos en la madre y él bebe pueden durar incluso hasta los tres primeros meses después del alumbramiento (todo depende del caso de gravedad). Es importante destacar que la consecuencia más horrible y desastrosa de esta terrible enfermedad es la muerte de la madre o de la criatura, cosa que se puede evitar si se trata con la debida precaución. En líneas generales podemos nombrar las siguientes consecuencias:
- Nacimiento prematuro: en la mayoría de los casos los embarazos no debe ser mayores de 37 semanas para evitar futuras complicaciones. En este caso hay que ser muy paciente ya que un bebe prematuro requiere de muchos cuidados especiales, a diferencia de un bebe a término completo.
- Desprendimiento de la placenta: cuando la placenta se desprende toda o parcialmente de las paredes del útero, deja de cumplir sus funciones (nutrir al bebe). El síntoma para detectar este desprendimiento es el sangrado vaginal, esto suele ocurrir después de la semana número 20 del embarazo, así que si la mujer embarazada tiene un abundante sangrado vaginal hay que acudir de inmediato al hospital más cercano.
- Embarazo con el síndrome de IUGR: las madres que padecen este síndrome no tienen un buen crecimiento de la matriz lo cual dificulta que le bebe crezca de forma adecuada.
Consecuencias en la madre
- Se ve afectada directamente la presión arterial del organismos de la mujer, llevándolo hasta el límite, pudiendo ocasionar un accidente cerebrovascular, así como también afecta directamente a los riñones y al hígado causando insuficiencia renal.
- Se puede llegar a la eclampsia (convulsiones), esta afección es distinta a la ya mencionada preeclampsia y solo afecta a algunas mujeres que ya tienen dicha enfermedad. Estas convulsiones son muy dañinas para el organismo de las mujeres embarazadas y pueden atacar en cualquier momento (a la hora del parto, después del parto o durante el embarazo).
Consecuencias en el bebe
Se ve afectada la placenta y el cordón umbilical, el suministro de oxígeno, sangre y nutrientes para él bebe se vuelve difícil con la preeclampsia, si la conexión entre la madre y el feto se ve interferida es muy difícil que él bebe crezca sano y fuerte en el vientre materno. Lo más seguro es que se tenga que adelantar o en el peor de los casos interrumpir el embarazo. Un bebe prematuro siempre es un gran riesgo ya que aún no está preparado para vivir fuera del vientre de su madre, es muy probable que sus órganos no estén totalmente formados y funcionales (corazón y pulmones), además por la falta de nutrientes el peso del bebe no será el adecuado (menor a un 1,5 kilos). Lo mejor para un bebe es vivir 38 a 40 semanas dentro de su madre pero si la preeclampsia afecta demasiado al bebe lo ideal es tener el alumbramiento a las 37 semanas con todas las precauciones médicas necesarias.
La preeclampsia y sus factores de riesgo
La preeclampsia es una enfermedad que si no se trata con el debido cuidado puede ocasionar la muerte de la madre afectada y en muchos casos también la muerte del bebe. En algunos casos la enfermedad provoca eclampsia o el síndrome de HELLP, no es en todos los casos pero si hay una gran conexión entre dichas enfermedades. Los riesgos o factores externos que pueden acercar más a una mujer a padecer preeclampsia son los siguientes:
- La obesidad: ser obesa trae consigo muchas dificultades orgánicas para la mujer embarazada, lo ideal es que la mujer en estado cuide su dieta de modo que en el primer trimestre de embarazo no exceda su masa corporal y se mantenga con un índice de masa corporal que no sobrepase a los 35 IMC.
- Margen de edad: las mujeres mayores de 35 años o menores de 19 años están en un rango de edad de alerta. Traer un hijo al mundo es una transición muy fuete para el organismo femenino y se recomienda hacerlo entre los 20 a 30 años. No obstante es imposible impedir la gestación en cualquier período de la vida de la mujer, pero si estas en estado y perteneces la margen de edad en riesgo las medidas de precaución deben ser mayores.
- Lapsos de 10 años entre embarazos: cuando los lapsos entre embarazos son mayores de 10 años hay que estar precavido, aunque la madre no sea primeriza los riesgos y los cuidados son iguales. Un punto muy importante que hay que tener en cuenta es que si la madre primero tuvo hijos de un padre y luego se divorcia o queda viuda y luego de 10 años conoce a otro hombre y queda en estado, es muy probable que la mujer padezca preeclampsia. Como vemos hay dos puntos que destacar, primero un lapso de 10 años entre embarazos y el cambio de parejas a la hora de quedar embarazada.
Preeclampsia atípica en el embarazo
Cuando hablamos de la preeclampsia atípica estamos hablando de una preeclampsia anormal ¿entonces que entendemos por normal? Es aquella que se desarrolla en las 20 semanas de gestación y presenta síntomas como altas de tensión y fallos renales, malestar o convulsiones. Entonces vemos por otra parte una preeclampsia que no manifiesta síntomas y ataca a la madre antes de las 20 semanas de gestación, a esto es lo que se conoce como preeclampsia atípica. Por otra parte, nos encontramos otro caso que es la preeclampsia atípica postparto, ésta se presenta luego de las 48 horas del parto, lo normal es que la preeclampsia postparto se presente justo luego de las 24 horas de dar a luz.
Como vemos es una parte de la enfermedad muy arriesgada ya que su presentación es silenciosa y los estragos solo se pueden ver cuando ya es tarde (no hay prevención), en este caso la única alternativa para erradicar los estragos de la preeclampsia atípica es llevar un control pre y posnatal rigurosamente por el bien de la madre y de su hijo.
Hablemos sobre la temida preeclampsia grave
Prevenir la preeclampsia grave es casi imposible lo único que se puede hacer si la mujer es diagnosticada con preeclampsia leve es seguir al pie de la letra todas las indicaciones que el médico le dé. Si pese a todas las indicaciones del médico la madre no mejora lo ideal es hospitalizar a la madre (si aún no puede parir).
Lo que más se teme de una mujer con preeclampsia graves es que sufra el síndrome de HELLP, esta enfermedad es un trastorno del hígado que es muy poco conocida pero mortal, afecta solo a 1 de cada mil embarazadas y el 20 por ciento de ese total son mujeres con preeclampsia grave. En pocas palabras si la madre no está lista para dar a luz lo más sano es tenerla bajo vigilancia médica y al bebe las 24 horas del día hasta que llegue la hora del parto (37 semanas).
Preeclampsia postparto
Algunas mujeres embarazadas desarrollan la preeclampsia durante el parto o después de las 24 horas de dar a luz, el primer síntoma de alarma es el aumento de la presión arterial. En este caso la madre debe estar bajo vigilancia médica unos 3 a 4 días para evaluar su perfil y además para administrar medicinas que controlen la presión arterial y prevenga las posibles convulsiones.
Hay que vigilar que no existan complicación con los órganos vitales de la madre. En casos muy severos la presión arterial puede tardar más de 3 días en regularse así que no hay que dejar sin vigilancia médica a la madre.
Preeclampsia y Eclampsia, ¿son lo mismo?
Aunque los términos son muy parecidos hay que establecer que las enfermedades son distintas, lo único que tiene en común es que solo afecta a mujeres embarazadas, y solo lo hacen cuando están en las 20 semanas de embarazo. Otro punto que tienen en común es que cuando ya no pueden ser controladas lo mejor es inducir el parto en la semana 37 para evitar la muerte de ambos.
Aunque la preeclampsia puede llevar a la eclampsia es importante resaltar que no se da en todos los casos, para dejar más claros los puntos le definiremos los términos:
- Eclampsia, es cuando una mujer embarazada sufre de episodios de convulsiones.
- Preeclampsia, es cuando la mujer embarazada sufre de altos en la presión arterial además de que se pueden ver en su orina proteínas.
Relación entre preeclampsia y diabetes gestacional
El organismo femenino es una maquina extraordinaria capaz de dar vida y traer un ser humano al mundo, los cambios que surgen en la mujer en esta etapa son muy diversos y a pesar de la fortaleza femenina hay algunos factores negativos que degeneran en enfermedades, a lo largo del artículo hemos hablado en profundidad de la preeclampsia y de los estragos que ella puede causar en la madre y su hijo, pero también hay otra terrible afección que da muchos malestares en las embarazadas y es la diabetes gestacional.
Si bien la preeclampsia es la enfermedad número uno en las embarazadas la diabetes gestacional lleva el segundo lugar, estas enfermedades son las responsables de aumentar a nivel mundial las tasas de mortalidad en las madres y los bebes recién nacidos. Para definir la diabetes gestacional podemos decir que es el aumento o baja de la glicemia en el organismo de la madre, estos cambios en la glicemia solo se deben al embarazo (demanda de nutrientes del organismo, para nutrir al bebe). Hay que destacar que la paciente no es diabética ni tiene antecedentes familiares es solo un problema que puede ocurrir a partir de las 12 semanas de embarazo.
Como ya lo hemos mencionado cada enfermedad tiene su lugar pero hay casos especiales donde las madres pueden sufrir las dos patologías al mismo tiempo, en estos casos hay que ser muy cuidadosos y tener bajo vigilancia médica a la madre y al feto. Para estos casos lo ideal es mantener a la embarazada en descanso constante y con una dieta correcta para sobrellevar la enfermedad hasta que le feto tenga las 37 semanas y pueda nacer sin mayores riesgos.
No hay pruebas científicas que demuestren que estas dos enfermedades tengan una conexión pero si se diagnostica una de ellas lo más sano es hacer las pesquisas respectivas para descartar la otra. La seguridad y bienestar del madre y el feto es la prioridad número uno, un control prenatal adecuado es lo más recomendable para las mujeres que desean ser madres.
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