Infección por clamidia: Todo lo que necesitas saber

clamidia

La clamidia es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes y frecuentes, y aunque puede tratarse fácilmente, puede causarte bastantes problemas si no se coge a tiempo.

¿Tienes sospechas de que puedes tener esta infección? ¿Tienes múltiples parejas sexuales y no usas protección? ¿Tu pareja te ha confesado que lo tiene? Pues sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber esta infección.

Qué es y cómo se contagia

Es una infección común y tratable causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis. Esta bacteria ataca las células de los tejidos blandos y húmedos del cuerpo que no están cubiertos por piel, como la vagina, el cuello uterino, el ano, el recto o la garganta, tanto en hombres como a mujeres.

Al ser una infección de transmisión sexual, la clamidia, se puede transmitir de una persona infectada a otra principalmente durante el sexo anal o vaginal sin protección, es decir, relaciones sexuales sin condón, y también, aunque menos frecuente, durante el sexo oral.

Para contagiarse no es necesario que el pene o la lengua lleguen necesariamente a la vagina o el ano. Si los genitales o la boca entran en contacto con secreciones o fluidos que están infectados por ejemplo durante los juegos sexuales o el roce íntimo sin ropa, entonces se puede producir una transmisión. También es posible contagiarse al compartir o utilizar juguetes sexuales que no están lavados o cubiertos con un condón nuevo.

Otra manera de transmitir la infección es durante el parto. Puede pasar de la madre al recién nacido a medida que el bebé pasa por el canal de parto infectado.

Sin embargo es importante tener claro que esta infección no se transmite a través del asiento del inodoro, al besarse o tocar a una persona infectada, ni al compartir zonas comunes como la piscina o la bañera.

Cuáles son los síntomas de esta ETS

Hay que tener presente que concentrarse en los signos y síntomas no es algo fiable para determinar si una persona tiene clamidiasis. ¿Por qué? En primer lugar, porque los síntomas son similares a los de la gonorrea, dos infecciones que a menudo se confunden. En segundo lugar, la mayoría de las mujeres con clamidia (y aproximadamente la mitad de los hombres) no tienen ningún síntoma. Así que puede que no te des cuenta de que lo tienes.

Y si los tienen, éstos se presentan al cabo de una a tres semanas después de la infección. Estos síntomas pueden ser diferentes en hombres y mujeres.

En mujeres

La mayoría de las mujeres no experimentan ningún síntoma, y si los tienen, son menores. Estos pueden incluir:

  • Flujo vaginal abundante que puede tener un olor fuerte
  • Sensación de ardor al orinar
  • Dolor en la parte baja del abdomen y en la parte baja de la espalda.
  • Dolor durante la relación sexual
  • Sangrado entre períodos menstruales
  • Inflamación del recto o de la uretra
  • Náuseas o fiebre
  • Dolor y enrojecimiento en la garganta o la boca

En hombres

Los hombres pueden ser asintomáticos, o tener síntomas menores como estos:

  • Pus (líquido espeso de color amarillo-blanco) o secreción acuosa o lechosa del pene
  • Dolor o ardor al orinar
  • Ardor o picor alrededor de la abertura del pene
  • Dolor o hinchazón del testículo
  • Dolor y enrojecimiento en la garganta o la boca
  • Inflamación del recto o de la uretra

Las complicaciones más comunes en los recién nacidos incluyen conjuntivitis y neumonía.

¿Cómo protegerse de la infección?

Al igual que otras enfermedades de transmisión sexual, está en tus manos prevenir la clamidiasis. No, no te vamos a decir que la abstinencia es la mejor opción (aunque por supuesto es una buena forma de evitarla). Hay otras formas de prevenirla siendo sexualmente activo, y la más eficaz es el uso correcto del condón, que además actuará como anticonceptivo y como barrera para otras enfermedades de transmisión sexual.

Los preservativos son la opción más adecuada para reducir el riesgo de transmisión tanto para el sexo vaginal como para el anal. Debido a que puede transmitirse incluso si el pene o la lengua no entran completamente en la vagina, la boca o el recto, el uso de condones al comienzo del contacto sexual y durante todo el acto, es básico para estar más protegidos.

Se pueden utilizar también como barrera para evitar la transmisión durante el sexo oral si se opta por la variedad sin lubricación. Los preservativos, como los de la marca Durex, están ampliamente disponibles en cualquier farmacia; incluso si la farmacia está cerrada, a menudo hay un dispensador exterior para poder comprar condones a cualquier hora.

Además de ser asequibles, su utilización es realmente simple, vale la pena tomarse esta mínima molestia, antes que lidiar con una enfermedad sexual y sus posibles consecuencias.

Otra de las formas de evitar la infección es practicar la monogamia mutua, es decir, tener relaciones sexuales con una sola pareja no infectada, y que ella solo tenga relaciones sexuales contigo. Aunque claro está, esta no es una opción para muchas personas.

Cualquier otro método o técnica no funcionará para evitar la clamidia. Por ejemplo, los espermicidas a base de agua no son efectivos para la prevención de la bacteria, ni ningún otro tipo de anticonceptivo, así que opta por lo seguro y ten siempre condones a mano.

Recuerda: que hayas tenido clamidiasis en el pasado no te inmuniza, puedes volver a contagiarte si tienes sexo sin protección con alguien que la tenga.

Qué hacer si sospechas que tienes una ETS

Debido a que los síntomas pueden no llegar a manifestarse, la única manera de saber si tienes clamidiasis es hacerte una prueba; así que no dudes en ir a tu médico de cabecera si notas alguno de los síntomas anteriores, o si tienes una pareja que tiene una enfermedad de transmisión sexual.

El médico puede solicitarte una muestra de orina, un procedimiento rápido y totalmente indoloro. En el caso de las mujeres, generalmente se recomienda que acudan a su ginecólogo para obtener una muestra de la vagina o cuello uterino, con el fin de analizar la clamidia.

La prueba es importante para descartar además que tengas gonorrea, una enfermedad con síntomas muy similares, pero que necesita un tratamiento diferente. Y también es importante una detección temprana para recibir tratamiento y que no ocurran problemas de salud más serios.

De todas formas, si eres sexualmente activo, tienes más de una pareja sexual, y no usas preservativo, es recomendable que te hagas chequeos periódicos para detectar esta infección o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual.

¿Hay un tratamiento?

Sí, la clamidia es fácil de tratar y curar, pero recuerda que solo porque la hayas tenido una vez no significa que no puedas volver a infectarte.

Al ser una infección, los antibióticos (como la doxiciclina o la azitromicina) funcionan muy bien para eliminar la bacteria. Acude a tu médico para recibir el tratamiento más adecuado, y sigue sus indicaciones al pie de la letra para curarte.

Además, debes informa a tu pareja para que se haga la prueba y pueda ser tratada, y a todas las parejas sexuales con las que hayas tenido sexo vaginal, anal u oral en los últimos 60 días. Para prevenir la propagación de la enfermedad, durante el periodo de infección no debes tener relaciones sexuales hasta que estés completamente curado, y esto lo determinará el médico.

Si los síntomas no han desaparecido aún después de haber finalizado el tratamiento, se debe hacer otro cultivo para comprobar que la infección se haya curado. En algunos casos, como el embarazo o antecedentes de infecciones múltiples, el médico puede decidir repetir un examen de clamidia después del tratamiento para asegurarse de que la infección haya desaparecido.

¿Qué ocurre si no se trata la clamidia?

Si no se trata, puede causar complicaciones que pueden derivar en otras enfermedades.

Aunque comience en una zona concreta, puede extenderse a otras zonas, como las trompas de Falopio y/o los ovarios (en el caso de las mujeres), causando dolor en la parte inferior del abdomen, cistitis (inflamación de la vejiga urinaria), problemas de fertilidad y dolor pélvico crónico.

En el caso de los hombres, el no tratarla puede derivar en una inflamación de la glándula prostática, infertilidad o epididimitis (inflamación del epidídimo, que es la estructura alargada en forma de cordón que se extiende a lo largo de la parte posterior de cada testículo).

Ten en cuenta que el tratamiento con antibióticos no puede reparar ningún daño permanente que la enfermedad haya causado. Tener una enfermedad de transmisión sexual, incluyendo la clamidia, aumenta tu riesgo de contraer el VIH. Esto se debe a que la mayoría de las ETS causan llagas o lesiones que facilitan la entrada del VIH en el cuerpo.

Por todas estas razones, protégete y acude a tu médico si sospechas que tienes algún síntoma.

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VIVE EN:  Madrid

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PROFESIONAL:
  • Redacción de artículos de belleza y salud en Unisima.com
  • Practicas Freelance en StyleLovely
  • Experiencia

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