Hígado: Enfermedades, Bacterias, Desintoxicarlo, Limpiarlo, Donaciones y Funciones Principales

Hígado nuestro filtro interno

¿Nos creerías si te decimos que el órgano más grande dentro del cuerpo humano es el hígado? – porque el más grande externamente es la piel.

Pertenece a los seres vertebrados, su forma es irregular y aplanada, es grande, el rojo oscuro es su color y pesa aproximadamente 1,5 kg. En la parte alta del abdomen se puede ubicar, hacia su lado derecho y bajo el diafragma, lo recubre una píldora fibrosa y las funciones que cumple son muy diversas y realmente imprescindibles para el correcto funcionamiento del cuerpo.

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¿Cuáles son las funciones del hígado?

Sistema digestivo

Tiene multiplicidad de funciones enfocadas básicamente en regular todas las sustancias tóxicas que produce el cuerpo y que consumimos a diario las personas. Y su importancia radica en que puede verse como una especie de filtro por donde se transporta toda la sangre que va del aparato digestivo para luego llevarlo directamente al corazón y de aquí hasta el cuerpo.

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Vamos a enumerarte las funciones básicas más importantes:

Digestión y bilis

Gracias a su producción de bilis, el hígado tiene un objetivo fundamental en cuanto al proceso de digestión. Se puede decir que la bilis es la combinación de agua, “sales biliares”, un pigmento llamado bilirrubina y colesterol. Esta mezcla la producen los hepatocitos y se reservan en la vesícula biliar.

Los nutrientes que originan el colesterol son transformados por el hígado, así como también los triglicéridos, proteínas y el azúcar. Por otro lado, también se encarga del metabolismo de las grasas que finalmente van a constituir diversas membranas de células y hormonas.

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Almacena nutrientes

La cantidad de nutrientes que puede guardar es infinita entre vitaminas y minerales que se obtienen a través de los alimentos consumidos. Es por ello que el almacenar estos sustentos le permitirá tener un equilibrio de la glucosa en la sangre (también llamado homeóstasis).

Desintoxica el organismo

Elimina todos aquellos desechos, toxinas y químicos mucho antes de que estas puedan expandirse por todo el cuerpo. Algunos de estos elementos tóxicos pueden encontrarse en sustancias alcohólicas, drogas, fármacos o medicamentos. También regula aquellas hormonas que proceden del propio cuerpo para así garantizar la homeóstasis.

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Produce proteínas sanguíneas

Favorece a la limpieza de la sangre

Genera elementos proteicos del plasma sanguíneo como protrombina, fibrinógeno, y albúminas. Las dos primeras participan en la constitución de coágulos sanguíneos (que evitan hemorragias). Las últimas, se encargan de que ante la existencia de fluidos corporales, todas las células que componen el cuerpo no adquieran, ni suelten agua. Además, el hígado acumula el hierro que a su vez produce hemoglobina.

Mantiene la sangre limpia

Gracias a la presencia de unas células llamadas Kupffer es posible limpiar la sangre en grandes cantidades y de manera muy rápida. De esta forma, estas células eliminan variedad de hongos, parásitos, bacterias o células que ya no funcionan correctamente debido a su desgaste.

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¿A qué sistema pertenece?, ¿dónde está ubicado?

El hígado es uno de los órganos que constituyen el sistema digestivo, se encuentra en la cavidad de abdomen y a él lo acompañan la vesícula biliar, el estómago, intestinos grueso y delgado. El objetivo que tienen en común todos estos elementos es el de garantizar la nutrición.

¿Cuál es su anatomía y fisiología?

Fisionomía hígado

Como lo mencionamos al inicio del artículo el hígado está ubicado en el punto superior derecho del espacio abdominal, justo por debajo del diafragma y sobre el estómago.

Hay dos elementos que le dan apoyo sanguíneo:

  • A través de la arteria hepática circula la sangre oxigenada hacia el hígado.
  • A través de la vena porta hepática llega al hígado la sangre cargada de nutrientes.

Posee dos lóbulos primordiales que se separan por el ligamento falciforme, divididos en ocho segmentos (cuatro de cada lado) y estos poseen 1.000 lóbulos. Adicionalmente poseen: el hilio vascular, la vesícula y el conducto biliar.

El hígado y sus enfermedades patológicas

Las enfermedades hepáticas son aquellos padecimientos que no permiten el correcto funcionamiento del hígado. Estas pueden ser muchas y sus causas muy variables, pero se diferencian por la rapidez con que descomponen el hígado y aquí te contaremos sobre las siguientes:

Cirrosis

Es una enfermedad grave, que actúa de manera progresiva y definitiva evitando que el hígado pueda cumplir sus funciones corrientes, ya que se muere de forma progresiva el tejido hepático normal y además el hígado se endurece.

Entre las causas de esta terrible enfermedad se encuentra:

  • El excesivo consumo de bebidas alcohólicas es el motivo más común en todo el mundo. También esta conducta afecta las funciones del órgano si tiene alguna enfermedad de otro origen.
  • Virus de Hepatitis C, que da paso a la existencia de anticuerpos y virus determinados.
  • Virus de Hepatitis B, infectados de manera crónica gracias a este virus.
  • Enfermedades autoinmunes, que originan la destrucción de células que se encuentran en el hígado porque el cuerpo no las reconoce.
  • Obstrucción de las vías biliares por situaciones de nacimiento que pueden desencadenar cirrosis en los inicios de vida de un bebé.
  • Fibrosis quística, modifica glándulas del cuerpo y es una enfermedad genética que puede llegar a producir cirrosis.
  • Hemocromatosis, destruye algunos tejidos del cuerpo debido a una alta absorción de hierro y el hígado se encuentra expuesto a esta enfermedad.
  • Enfermedad de Wilson, consiste en que el cuerpo de la persona se queda con mucha más proporción de cobre de lo que necesita. Este metal causa daño al hígado si se deposita en él.

¿Cómo debe ser el diagnóstico?

Lo primero que debe hacer el médico especialista es verificar que realmente se trata de cirrosis y hallar la causa de la misma de siguientes formas:

  • Mediante un examen físico: El médico debe examinar al paciente para determinar si posee un hígado más grande de tamaño, duro y con borde irregular.
  • Análisis de sangre: para determinar si hay presencia de anemia por la disminución de plaquetas y glóbulos rojos. Es posible que la proteína también baje de niveles. Estos análisis ayudan a determinar si hay existencia de virus en sangre, la proporción de hierro en el cuerpo, exceso de cobre y presencia de anticuerpos.
  • Radiografía: con un eco abdominal determinar si hay aumento del tamaño del hígado o bazo y dilatación de sus venas. Se determina si es cirrosis mediante el descarte de otras enfermedades y el nivel de afectación del hígado. Este estudio tiene facilidad y rapidez en su realización.
  • Gastroscopia: su instrumento de uso es un tubo flexible que posee una cámara que se introduce por la boca y graba hasta llegar al estómago e intestino.

Entre los síntomas más comunes la persona se siente débil, cansada, le falta el apetito, su peso disminuye, presentan vómito, la piel puede tornarse amarillenta y el abdomen se hincha.

El procedimiento para tratar esta enfermedad girará en torno a cambios radicales del estilo de vida, no beber alcohol, tener una dieta saludable disminuyendo el consumo de sal, vacunarse contra la hepatitis A y B y neumonía. Ingerir solo aquellas medicinas que sean indicados por tu médico. Puedes usar diuréticos que ayudan con la retención de líquidos. Consumir vitamina K, ayudante de la prevención de sangrado excesivo, entre otros.

Tumores

Tumores

Si se descubre a tiempo es importante tratar de deshacerse de él a través de cirugías, ablación térmica o radioterapia, tratando además los síntomas posteriores que se puedan producir luego del tratamiento.

En caso de que dicho tumor sea maligno, tanto tú como tu médico tomarán la decisión más pertinente sobre cómo actuar y evitar su crecimiento y expansión.

Nódulos

Cuando se unen de forma anormal un conjunto de células ovaladas sobre un tejido u órgano se le llama nódulo.

En el caso del hígado, su existencia por lo general no presenta síntoma y se desarrolla una pelotita en su interior que mide menos de 1 cm y puede descubrirse de manera fácil gracias a la ecografía abdominal. Este solo determinará la existencia o no del nódulo, pero para diferenciar su grado de peligro (benigno o maligno) se aplican tomografías computarizadas y resonancia magnética. En casos extremos se debe realizar una biopsia o extirpación de todo el nódulo.

Quistes

Se les han denominado “quistes hepáticos” si se ubican en el hígado. Estos están llenos de líquido, suelen ser benignos y asintomáticos.

Tipos

  • Simples: su tamaño varía, no produce síntomas, son benignos y tienden a ser de pequeño tamaño.
  • De gran tamaño: mayores a 5 cm y numerosos por lo que provocan molestias a nivel abdominal y sensación de saciedad.
  • Enfermedad poliquística: esto se da si hay presencia de más de cuatro quistes en el hígado y esta condición es hereditaria.

Cáncer

Detección del cáncer de hígado.

Para evitar llegar a esta etapa de la enfermedad es fundamental acudir al médico inmediatamente luego de presentar ciertos síntomas, de esta manera se podrá hacer un estudio del nivel de avance y realizar un diagnóstico a tiempo podría cambiar tu futuro.

Síntomas

Está muy alerta si presentas alguno de estos signos y síntomas:

No tienes ningún tipo de régimen de alimentación y aun así pierdes peso, pierdes las ganas de comer, te sientes muy lleno así hayas comido en pocas proporciones, tienes nauseas o vómito, el hígado está hinchado y el bazo se agranda, sientes el estómago hinchado, una extraña picazón y tu piel se torna amarilla. Es posible que estos signos se intensifiquen si estás padeciendo de cirrosis o hepatitis crónica.

Estos son los exámenes que el médico deberá realizar si sospecha de la presencia del cáncer:

  • Evaluar tus antecedentes médicos y familiares mediante el examen físico estableciendo así todas las posibles causas y riesgos. Además de definir qué tipo de pruebas y procedimientos se le deben realizar más adelante.
  • Rayos X, permiten determinar la existen de la enfermedad o de espacios que podrían resultar de sospecha para la existencia de la misma.
  • Ecografía, ya te lo comentamos anteriormente y es posible que este sea uno de los primero exámenes que te realice el médico para chequear el estado del hígado y si hay presencia de tumores.
  • Tomografía computarizada, ayudan a determinar con exactitud tamaño, forma y ubicación del tumor cancerígeno. También se usan para guiar la aguja si es necesario realizar una biopsia.

Otros exámenes comunes son las resonancias magnéticas, angiografía, Gammagrafía ósea, laparoscopia, biopsia, exámenes de laboratorio, pruebas de: sangre, de coagulación de la sangre, de hepatitis viral, de la función renal y recuento sanguíneo completo.

Si usted es diagnosticada con cáncer de hígado no pierda la calma, infórmese de manera adecuada con su médico y haga todas las preguntas pertinentes con la idea de recibir respuestas concretas y sinceras por parte del especialista, como por ejemplo: tipo de cáncer, lugar del hígado donde se encuentra alojado, etapa y significado, funciona bien el órgano o no, es necesario realizar otros exámenes médicos o consultar con otros especialistas.

Ahora, digamos que es el momento de tomar una decisión sobre el tratamiento y plan de acción a llevar a cabo puedes preguntarle a tu doctor lo siguiente: qué tipos de tratamientos hay, cuáles son sus objetivos finales y qué experiencia posee colocando uno específico, la cirugía es una opción para tratar la enfermedad, qué consecuencias posteriores conlleva, cómo prepararse previamente al tratamiento, tiempo de duración, etc.

Listo, luego de definir todas esas interrogantes y aplicar la medicación y proceso seleccionado es importante conocer: cómo afectará eso tu vida diaria, existe oportunidad de que el cáncer se vuelva recurrente, qué hacer si no se obtienen los resultados deseados, entre otras.

Esta es solo una guía para ayudarte a llevar esta situación, sin embargo recuerda que debes realizar todas las preguntas que surjan para hacer el camino más llevadero.

Inflamaciones

Es posible que el hígado produzca hinchazón o agrandamiento y a esto se le llama a nivel médico: “hepatomegalia”. Es muy común que este padecimiento no produzca síntomas y esto se debe a que el hígado no posee terminaciones nerviosas, en cambio si comienza a expandirse e invadir espacios de otros órganos como el estómago o páncreas aumenta la probabilidad de sentir algún tipo de molestia.

Este tipo de síntomas suelen ser: dolor muscular, malestar, vómitos, intensidad en dolor, tensión en el abdomen y pesadez, es posible que las heces y orina cambien su color normal.

Como todos los padecimientos las causas siempre son muy amplios y generales, pero si te ocurre cualquiera de estas mantente muy atenta: exceso de alcohol, hígado graso, hepatitis (A-B-C), mononucleosis, cirrosis, cáncer de hígado, leucemia o sarcoidosis.

¿Por qué oscurece la piel el hígado?

Recordemos que el hígado produce aquellas proteínas que colaboran en la coagulación de la sangre, por lo que si una persona desarrolla alguna enfermedad hepática es posible que produzca “equimosis” que son manchas en la piel debido a la falta de coagulación.

Por otro lado, a un paciente con cirrosis le disminuye la cantidad de plaquetas de su cuerpo y aumenta la dificultad para que se dé un correcto proceso de coagulación.

Quizás has escuchado hablar sobre la piel amarillenta, al igual que los ojos y las uñas. Esto ocurre gracias a la acumulación y exceso del pigmento que se encuentra en la bilis y es llamado bilirrubina que no es eliminado correctamente por el hígado debido a un mal funcionamiento de él.

Si el hígado no se encuentra desempeñándose de manera adecuada es posible que acumule toxinas que no son filtradas y la piel reacciona ante este estimulo generando picazón y molestias externas.

Algunos de los nombres de estas afectaciones de la piel son llamadas: Jaundice, Ictericia, «arañas de angiomas» y eritema palmar. Tu medico determinará si padeces de alguna y si son a causa de un fallo de tu hígado.

¿Se regenera el hígado?, ¿cada cuánto tiempo?

Algo tan increíble y excepcional como la regeneración de un órgano el hígado lo hace posible. ¿Cómo funciona? El tejido hepático está compuesto de células que tienen la funcionalidad de incrementarse con el objetivo de regenerarlo en caso de que una parte de él se haya eliminado.

Estas células son los llamados hepatocitos que actúan inmediatamente luego de ser necesario hacerlo; activan a las células cercanas para que realicen el mismo proceso de multiplicación logrando así la regeneración del hígado.

¿Cómo afecta el alcohol al hígado?

El alcohol afecta el hígado.

Ya te comentamos que esta práctica afecta gravemente tu salud tanto física como psicológica, ya que el hígado absorbe y procesa solo una cantidad limitada de esta sustancia y esto lo hace en un tiempo determinado. Este exceso se expande por el resto del cuerpo causando daños adicionales a otros órganos.

Entre la cantidad de efectos negativos que te trae la ingesta de este elemento, puede causarte hipertensión, irritabilidad en el sistema digestivo, modifica el sistema nervioso central, causa insuficiencia sexual en ambos géneros, ansiedad y depresión.

Así que piénsalo dos veces antes de consumir grandes cantidades, recuerda que la salud y tu bienestar siempre deben estar por delante.

Hígado graso

¿A qué se debe?

Es una enfermedad benigna donde el hígado acumula en las células hepáticas, ácidos grasos y triglicéridos.

¿Qué produce en el cuerpo y organismo?

Como otros padecimientos de los que ya hemos hablado, es posible que no presentes síntomas, pero si los tienes podrían ser: fatiga, malestar, pesadez luego de comer, dolor justo en la parte superior derecha del abdomen, cansancio y pérdida de peso.

Causas y consecuencias

  • Consumo de alcohol.
  • Peso excesivo.
  • Aumento de triglicéridos.
  • Consumo de ciertos fármacos.

Tratamiento médico

Se puede basar en eliminar de raíz la causa que da pie a este trastorno. Por ejemplo: descartar la toma de medicamentos o fármacos causantes del hígado graso, realizar actividades que ayuden a perder peso y así eliminar aquella grasa que no hace falta, controlar la diabetes y evitar las bebidas alcohólicas.

Dieta y remedios caseros

Comenzar por una alimentación saludable rica en verduras y frutas. No se recomienda consumir alimentos sin antes consultar a un nutricionista que aporte la dieta adecuada para cada persona según sea el caso del padecimiento.

¿Interviene en la digestión el hígado?

¡Sin duda! El hígado tiene la función de ser el centro de energía del cuerpo porque controla el almacenamiento de azúcar simple y el complejo y cuando se requiere libera aquella azúcar para suministrar más energía. Además de esto digiere las grasas y produce otras necesarias para que los demás órganos puedan funcionar correctamente.

Por otro lado, al ingerir alimentos estos son digeridos tanto por el estómago como por el intestino delgado y sus desechos se dirigen directo al hígado que se encarga de desecharlos.

Limpiar el hígado para bajar de peso

Té verde para adelgazar y sanar el hígado

Limpiar este órgano resulta positivo, ya que su funcionamiento es óptimo si se liberan todas esas toxinas y grasas acumuladas en el cuerpo. Al iniciar tu proceso de limpieza puede que padezcas de retortijones, dolor abdominal y evacuaciones continuas.

Los zumos detox o verdes te ayudarán a lograr depurar estas sustancias no deseadas, puedes probar con: berro, eneldo, jengibre molido, naranja y espinacas, algas, té verde, flavonoides y beta carotenos como la zanahoria y la remolacha, aguacate, berenjenas, escarola, aceite de oliva y rábanos. Evita las comidas altas en grasas y procesadas, embutidos, etc.

¿Qué almacena el hígado en el organismo?

Además de tantas funciones que tiene el hígado, tiene la capacidad de almacenar dentro de él vitaminas, azucares, minerales, vitaminas A, E, D y K, también acumula sangre adicional que se libera de manera rápida de ser necesario y hierro.

Conoce todo sobre las vitaminas esenciales para el buen funcionamiento de tu hígado:

El hígado en la hepatitis

Cuando se produce una inflamación del hígado esta puede definirse como hepatitis que puede desencadenar de forma espontánea una fibrosis, cirrosis o cáncer y son causadas por virus específicos de la hepatitis.

Estos virus los diferenciaremos de la siguiente manera:

  • Hepatitis A: transmitida por el consumo de alimentos o agua contaminada. Extendida también por algunas prácticas sexuales. Puede colocarse la vacuna para prevenir esta afección.
  • Hepatitis B: transmitida por fluidos corporales que se encuentran infectados. Ej: semen, sangre, de una madre a su bebé en el momento del parto, productos sanguíneos contaminados (como drogas inyectables). Igualmente posee una vacuna eficaz y segura.
  • Hepatitis C: transferida por sangre contaminada (transfusiones), durante intervenciones quirúrgicas y en poca medida por transmisión sexual. Este virus, a diferencia de las anteriores, no tiene vacuna.
  • Hepatitis D: se da sólo si la persona está infectada por la B. Si se presentan ambos virus al mismo tiempo los resultados son peores.
  • Hepatitis E: igualmente se transmite por alimentos contaminados y es causa de brotes epidémicos en muchos países.

¿El hígado duele o no duele?, ¿por qué?

Dolor hígado

Sin duda, sí. Cuando el hígado se encuentra enfermo y en mal funcionamiento debido a muchos factores que ya conoces es muy normal sentir molestias, hinchazón e inflamación.

Puede donarse el hígado

Es totalmente válido realizar un trasplante hepático que consiste en sustituir un hígado que no se encuentra en buen funcionamiento, por otro que está saludable. Y se llama trasplante ortotópico a la técnica en la que el órgano del donante se reemplaza en su posición anatómica original.

Pero existe lo que se llama “trasplante de hígado de donante vivo”, en el que de manera quirúrgica extraen un pedazo del hígado en buen estado y lo colocan en el receptor luego de suprimieron su órgano enfermo. De aquí la importancia de la fantástica cualidad que tiene el hígado de regenerarse luego de unas semanas.

Pero cuidado, esta opción solo es realizable siempre para ocasiones que realmente lo necesite, cuando no existen soluciones de cura y el paciente se encuentre en un alto riesgo. Uno de los casos más comunes es la hepatitis fulminante, cuando el hígado se deteriora de manera progresiva y rápida. Sin embargo, es también realizado cuando se trata de cualquier enfermedad hepática que desmejore las funciones del órgano en cuestión y esté comprometida la vida de la persona.

Contraindicaciones del trasplante de hígado

Para esto existen contraindicaciones absolutas que no permiten que dicho procedimiento se pueda llevar a cabo: cáncer extrahepático metastásico, el consumo de alcohol o drogas e infecciones graves. En cuanto a las contraindicaciones relativas se toma en cuenta si el paciente es de edad avanzada (más de 65 años), si padece de enfermedades cardíacas, pulmonares o cualquier padecimiento crónico que ponga en riesgo su vida.

Actualmente, este tratamiento es considerado uno de los más caros de la medicina y, según cada país y el estado de salud de cada persona, se realiza una lista de espera con ciertas condiciones y características que deben cumplir para ser trasplantado. Esto se realiza, ya que por lo general no hay suficientes órganos de un donante fallecido disponibles para ayudar a quienes lo necesitan.

Te mencionamos los requisitos generales que debes tener si deseas ser donante de hígado:

  • Tener entre 18 y 55 años.
  • El hígado debe ser lo suficientemente grande en comparación con el de la persona que lo recibe.
  • No debe estar embarazada.
  • No debe tener exceso de peso, no ser fumador, ni consumir bebidas alcohólicas.
  • No tener una enfermedad médica o psiquiátrica importante.
  • No necesitas ser familiar de la persona que lo recibe.
  • Debes ser del mismo grupo sanguíneo de la persona que recibe la donación.

Bacterias y manchas blancas en el hígado

Bacterias

El hígado es capaz de acumular pus y esto es causado por algunos hongos, parásitos, bacterias o amebas. Esto ocurre con regularidad luego de una infección en el abdomen como cálculos o infección en los intestinos y apendicitis.

Estos cálculos intra hepáticos muchas veces son difíciles de ser percibidos a través de un ultrasonido o rayos X, en caso de poder observarse se verán zonas blancas a medida que se realice el examen, por ello aumenta la posibilidad de que el diagnóstico sea poseer gran cantidad de piedras instaladas en el hígado.

Parásitos que afectan el hígado

Un parásito puede ser producido por una mala digestión o por la ingesta de productos contaminados. Además, es importante que sepas que tus mascotas pueden ser una fuente alta de contaminación si no tomas las medidas necesarias de aseo para el mismo.

Para conocer si tienes parásitos el médico especialista realizará un examen especial y evaluará si presentas alguno de estos síntomas: hipocloridría y mala eliminación de proteínas (riñón).

Se soluciona consumiendo drenadores que limpian tanto el hígado como el riñón, eliminando todas las sustancias tóxicas por medio de la orina. Algunos drenadores que te pueden ayudar son la alcachofa, las plantas cardo mariano y diente de león y el té de romero.

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Desintoxicar el hígado de forma natural, ¿cómo hacerlo?

Pomelo y otras frutas para desintoxicar el hígado.

Hay innumerables alimentos que resultan beneficiosos para depurar de forma natural tu hígado cuando este tiene exceso de toxinas o cuando él trabaja de forma excesiva debido al estrés constante al que lo expones. Para lograr su equilibrio y no comprometer tu salud puedes consumir:

  • Ajo: contiene azufre, que pone a funcionar las enzimas hepáticas. Además también tiene alicina y selenio (al igual que la cebolla), nutrientes que protegen dicho órgano.
  • Pomelo: posee vitamina C y antioxidantes. Tiene el poder de que el hígado pueda quemar ciertas grasas, en lugar de guardarlas, gracias a la presencia de un flavonoide llamado naringenina.
  • Té verde: posee unos antioxidantes vegetales que eliminan las grasas acumuladas en el hígado y lo protege de las toxinas.
  • Verduras de hojas verdes: la rúcula, diente de león, hojas de mostaza y espinaca tienen la función de estimular el flujo de la bilis y de contrarrestar ciertos metales pesados.

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Remedios caseros

Limón y aceite de oliva

Puedes consumir cada mañana, y en ayunas, una cucharada de zumo de limón y una de aceite de oliva. Luego espera 30 minutos y toma un vaso de agua tibia antes de iniciar el desayuno. Adicionalmente, si sufres de estreñimiento este remedio te ayudará.

Por otro lado, las manzanas poseen una fibra que permite eliminar aquellas toxinas ubicadas en el tracto digestivo y previene el exceso de trabajo del hígado. La recomendación es consumir una manzana orgánica fresca en fruta o zumo todas las mañanas.

El aguacate tiene vitaminas, minerales, nutrientes y sustancias químicas que permiten reducir los daños que puede sufrir el hígado. Puedes consumir uno por semana, durante dos meses. Además, es una fruta muy rica que se puede consumir de diferentes maneras.

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Zumoterapia

Jugos de frutas naturales para el hígado

Te dejamos varias preparaciones que puedes realizar para complementar lo que te mencionamos anteriormente y asegurarte de limpiar de forma efectiva tu hígado.

  • Zumo 1: 2 remolachas (absorben la grasa que acumula el hígado) y 2 limones. Pela y corta en trozos las remolachas para colocarlas en la licuadora. Colócale el zumo de limón y 2 tazas de agua. ¡Listo para consumir tres veces al día por una semana!
  • Zumo 2: para billirruibuna alta, piedras o hepatitis puedes lavar dos tazas de berro, hervir ½ litro de agua y añadirlo allí. Deja reposar unos minutos y toma esa infusión para cuidar tu hígado.
  • Zumo 3: sólo necesitarás uvas y azúcar. Hierve las uvas por 10 minutos quitando sus tallos y pepas. Agrega el azúcar, retira de la hornilla, cuela y consume frío si así lo deseas.
  • Zumo 4: ¼ taza de aceite de oliva y de zumo de naranja, ½ cucharada de jengibre y de ajo. Licúa los ingredientes y consúmelo antes de ir a la cama por días seguidos.
  • Zumo 5: necesitas 1 manzana, 5 zanahorias, 2 peras y perejil. Quita el centro tanto de la manzana como de la pera y corta todos los ingredientes en trozos sin eliminar su cáscara. Licúa con medio vaso de agua y toma cada tres días sin colarlo.

Ninguno de estos zumos pueden ser consumidos en exceso y recuerda siempre consultar a tu especialista quien te realizará las indicaciones de lo que debes hacer en todo este proceso.

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