Efluvio Telógeno: razón de una caída rápida del cabello

Enterarte de que tu cabello se está cayendo más de lo normal puede ser muy desalentador. Algunos casos, como la pérdida del cabello después del parto, son bastante comunes y no causan mucha sorpresa. Sin embargo, muchas personas se despiertan un día y se dan cuenta de que tienen los pelos más finos, o perciben que más pelos han caído sobre la almohada, en la ropa, que se queda en el peine o en la ducha.

El problema puede tener varias causas, pero todas reciben el mismo nombre. El efluvio telógeno hace que el pelo entre antes de tiempo en la etapa final de su ciclo de vida y es el diagnóstico más común de la pérdida de cabello difusa.

¿Qué es el efluvio telógeno?

Nuestro pelo pasa por tres fases distintas durante su ciclo de vida, llamadas anágena, catágena y telógena (haz clic para aprender más sobre ellas). La mayoría de los cabellos a menudo se encuentran en la fase anágena, que es cuando el folículo piloso está activo y el pelo está creciendo. Las otras fases son “off”: el pelo para crecer, se desconecta de la base del folículo y se libera del cuero cabelludo.

Lo que hace el efluvio telógeno es aumentar la proporción de cabellos que están en la fase de telógeno, la última, cuando el pelo está a punto de caer (por sí solo, al peinarlo, con el contacto con la almohada o empujado por el nuevo pelo que comienza a crecer por debajo). Por lo general, aproximadamente del 10 al 15% de los pelos están en esta fase de efluvio telógeno, pero el promedio puede convertirse hasta el 30%.

Este cambio suele ocurrir cuando nuestro cuerpo pasa por un choque demasiado grande. Algunas causas del telógeno efluvio frecuentes son:

• Cambios hormonales (período post-parto, los cambios en el uso de píldoras anticonceptivas o de reemplazo hormonal, problemas de tiroides);
• Una enfermedad grave o un trauma físico (fiebre alta, infección grave, cirugía mayor) y problemas psicológicos (estrés severo, choque emocional intenso);
• Los cambios nutricionales (bulimia, anorexia, dietas extremas, deficiencias nutricionales, anemia, exceso de suplementos de hierro o vitamina A);
• Algunos fármacos (betabloqueantes, anticoagulantes, retinoides, algunas vacunas);
• Enfermedades crónicas (lupus, problemas renales o hepáticos).

Se cree que ante casos de gran estrés físico o psicológico, el cuerpo centra todos sus esfuerzos en su recuperación y ahorra recursos en algunas de las actividades menos importantes (¡hacer crecer el pelo, por ejemplo!). La pérdida aguda de cabello se nota generalmente de uno a seis meses después de la aparición de la causa, por lo que si tu cabello comenzó a caerse demasiado, trata de recordar si en los últimos meses pasaste por cualquier situación similar.

Una advertencia especial a las madres que sufren de pérdida del cabello después del parto: Muchas mujeres perciben el problema durante el período en que están amamantando, y creen que esto puede ser la causa, pero la lactancia materna no provoca la caída del cabello. Lo que pasa es que como hay este período de varios meses entre la aparición de la causa y la caída de los cabellos, muchas personas terminan asociando una cosa con otra. Lo que causa la pérdida del cabello después del parto es una fluctuación hormonal común al final del embarazo, ¡así que practica la lactancia materna tranquila! Aun así, ten en cuenta que durante este período tu alimentación debe ser rica y nutritiva porque tu cuerpo se está recuperando del embarazo y está produciendo leche para el bebé (y de hecho, las deficiencias nutricionales pueden interferir con el efluvio telógeno). Aquí te dejamos una completísima guía sobre el cabello.

El aspecto del cuadro general sigue el ritmo de la causa que lo disparó: los problemas que has padecido durante un breve periodo de tiempo (un episodio de fiebre alta o un medicamento que se toma por unos días, por ejemplo) pueden causar una fuerte caída de cabello, mientras que las causas más persistentes (tales como problemas nutricionales o enfermedades crónicas) pueden hacer que la caída del cabello sea más lento y de forma duradera, lo que genera casos de efluvio telógeno considerado como crónico.

Tratamientos para regular el período de efluvio telógeno

El efluvio telógeno puede incluso causar cuadros graves de pérdida de cabello, pero afortunadamente es reversible. Cuando las hormonas se estabilizan después del parto, el desequilibrio hormonal es tratado, lo problemas nutricionales se resuelven, el cuerpo se recupera completamente de una cirugía o el estrés psicológico se alivia, el cabello también deja de caerse. E incluso en los casos de enfermedad crónica, aunque el cuadro no se resuelve tan rápido como en los casos agudos, es bueno que sepas que no va a progresar a calvicie permanente.

Aun así, el impacto estético puede ser notable, teniendo en cuenta que el cabello que se redujo «de una vez» puede tardar muchos meses en recuperarse por completo (según la longitud del cabello y la tasa de tiempo de crecimiento).

Para acelerar la recuperación de los folículos afectados, algunos médicos recomiendan el uso de minoxidil (más información aquí) en las zonas afectadas. No hay evidencia científica de que la sustancia sea eficaz para estimular el crecimiento de los cabellos afectados por el efluvio telógeno, pero muchos usuarios reportan resultados positivos.

En casos más severos, se puede utilizar una prótesis capilar (más información aquí) para reconstruir visualmente la densidad de cabello a medida que crece el pelo natural. Los modelos ideales para la pérdida difusa de cabello son los que contienen telas de tejido más abierto, permitiendo el paso de cabello natural, que visualmente se mezclan con los de la prótesis y produce un efecto estético muy satisfactorio.

Es importante destacar que las etapas iniciales de algunos otros tipos de alopecia (tales como la alopecia androgénica clásica y la alopecia areata difusa) pueden parecerse a los episodios de efluvio telógeno. Por lo tanto, es importante observar cuidadosamente el progreso de tu caso, para asegurarte el correcto diagnóstico y tratamiento. Sospecha de otras causas, especialmente si la pérdida del cabello no se interrumpe en un máximo de seis a ocho meses.