Me duele la cabeza. Seguro que has escuchado esta queja de tu hijo más de una vez, incluso tan a menudo que puede ser difícil saber si se trata de un dolor de cabeza real o simplemente una excusa para no ir al colegio.
Sí, el dolor de cabeza no es solo cosa de adultos, muchos niños lo sufren a cualquier edad, y aunque en la mayoría de los casos no se debe a un problema subyacente grave, si son recurrentes pueden causar problemas escolares o afectar el estado de ánimo del pequeño.
Por eso es importante entender cómo reconocer cuándo un dolor de cabeza es un dolor pasajero, y cuándo es algo más y necesita atención médica.
¿Cuáles son los signos y síntomas de un dolor de cabeza?
Hay dos tipos de dolores de cabeza que los niños sufren más comúnmente: tensionales y migrañas.
Los dolores de cabeza tensionales se producen cuando los músculos del cuero cabelludo o del cuello se contraen de forma excesiva. Esto causa una sensación parecida a tener una venda apretada alrededor de la cabeza.
Las migrañas son menos habituales, y pueden causar un dolor punzante en uno o ambos lados de la cabeza, mareos, dolores de estómago, náuseas y vómitos. Pueden durar de media a varias horas, e incluso se pueden extender hasta un par de días.
En el caso de los niños más pequeños, es posible que no puedan decir lo que les duele. Los padres pueden notar que están malhumorados y menos activos. Pueden vomitar o verse pálidos.
Causas más comunes del dolor de cabeza en niños
El dolor de cabeza puede desencadenarse por una serie de factores diferentes. Hay que tener en cuenta que unos niños son más sensibles a los desencadenantes que otros, pero estos son los más habituales:
Deshidratación
Una de las principales causas de los dolores de cabeza es no ingerir suficiente agua a lo largo del día. Los niños no están pendientes de beber agua.
Esto se produce más habitualmente en los días calurosos, o cuando el niño juega o hace un ejercicio intenso, pues elimina más líquidos por la sudoración.
Para evitarlo, simplemente asegúrate de que beba suficiente agua a lo largo del día.
Dieta
En pleno crecimiento, los niños necesitan comer regularmente para satisfacer las necesidades de su cuerpo. Saltarse una comida, sea cual sea, puede desencadenar un dolor de cabeza.
Así como comer regularmente es vital, también es importante asegurarse de que lo que está comiendo le aporte los nutrientes que necesita.
Una dieta equilibrada con muchas frutas y verduras, carnes magras y productos lácteos, y limitar los alimentos procesados, la bollería y los dulces que tienen un alto contenido de grasas y azúcares.
Lo que comemos tiene un impacto en nuestra salud, por eso demasiada cafeína (en bebidas energéticas, refrescos y chocolate), y otros alimentos como el queso, el helado, los alimentos grasos o fritos, el aspartamo y el glutamato monosódico también pueden provocar dolor de cabeza.
Sueño insuficiente
Los niños necesitan unas 10 horas de sueño diarias para descansar correctamente. No dormir lo suficiente puede causar dolor de cabeza.
Estrés
Todos experimentamos estrés de vez en cuando, y los niños y los adolescentes no son una excepción. Si tu hijo está bajo mucha presión en la escuela, o experimenta grandes cambios en casa, como un divorcio o una mudanza, puede provocarle dolor de cabeza.
Problemas de visión
Si el niño no puede ver claramente lo que tiene delante, o lo que pone en la pizarra en clase, puede forzar los ojos para ver de cerca o de lejos, lo que puede provocarle un dolor de cabeza.
Antecedentes familiares
Los dolores de cabeza (especialmente las migrañas) a menudo son hereditarios. Así que si un padre, abuelo u otro miembro de la familia los padece, existe la posibilidad de que el niño también los tenga.
Otras causas probables
- Usar el ordenador, la tablet, el smartphone o ver la televisión durante mucho tiempo.
- Oler olores fuertes como perfumes, ambientadores, humo, productos de limpieza, el olor a gasolina o alfombra nueva.
- Padecer alergias.
- Escuchar música muy alta durante un tiempo prolongado.
- Infecciones (como infecciones del oído, virus como la gripe o un resfriado o sinusitis).
Como hay tantas causas probables, llevar un diario de los dolores de cabeza puede ayudar a identificar cuáles son las causas que los desencadenan, y así poder evitarlas.
Al igual que ocurre en los adultos, el dolor de cabeza en niños se puede presentar de forma ocasional por cualquier causa mencionada anteriormente y sin una razón de gravedad.
Si el pequeño se queja de la molestia podemos administrar un medicamento para el dolor de cabeza en niños a base de ibuprofeno para aliviar los síntomas.
El farmacéutico podrá sugerirte diversas alternativas, por ejemplo la gama Nurofen Pediátrico indicada para el tratamiento sintomático ocasional del dolor de leve a moderado en niños a partir de los 3 meses, proporcionando un alivio a las molestias de hasta 8 horas.
Para menores de 2 años, consultar siempre al médico. Y si se trata de un pequeño mayor de 7 años o 20 kilos hasta 12 años o 40 kilos, puedes optar por Nurofen Junior 100 mg cápsulas blandas masticables, que contiene la dosis adecuada para niños de 7 a 12 años.
No administrar estos medicamentos en caso de úlcera gastroduodenal. Leer las instrucciones de estos medicamentos y consultar al farmacéutico. De Reckitt Benckiser Healthcare, S.A.
Lee las instrucciones de estos medicamentos y consulta al farmacéutico. Nurofen Pediátrico es un medicamento de Reckitt Benckiser Healthcare, S.A
Cuando llevar al niño al pediatra por un dolor de cabeza
Afortunadamente, la mayoría de los dolores de cabeza en niños no son motivo de alarma, y se pueden tratar fácilmente dándoles algo que comer, beber, haciendo que se relajen o mandándoles pronto a la cama.
Sin embargo, hay ciertos casos que requieren una evaluación por parte de un experto.
Si los dolores de cabeza se han vuelto más frecuentes (una o más veces a la semana) o intensos, si hacen que se despierte por la noche mientras duerme o si el dolor de cabeza le causa vómitos, es mejor llevarle a que le vea el pediatra.
El médico llevará a cabo un examen físico y decidirá si es necesario realizar alguna prueba para saber qué tipo de dolor de cabeza presenta el niño. Si el pediatra sospecha de una migraña, podría derivar al niño a un neurólogo que esté especializado para ayudar a prevenirla y tratarla.