Una dieta saludable previene las deficiencias nutricionales y protege contra las enfermedades infecciosas. Una buena dieta debe ser variada y rica en nutrientes que pueden mejorar las defensas del organismo.
Para que la comida sea saludable debe estar compuesta de proteínas, hidratos de carbono, grasas, fibra, vitaminas, calcio y otros minerales. Esto lo logras variando los tipos de cereales, carnes, verduras y frutas que consumes, alternando los colores de la comida. Eso sí, todo con moderación, nada en exceso.
Si tienes interés mira nuestro artículo sobre los mejores alimentos para mejorar el rendimiento del cerebro, o comprueba que deficiencias vitamínicas tienes y cuales son las que necesitas en este artículo sobre las vitaminas esenciales para la salud.
Comprueba los 19 pasos para promover una alimentación saludable
Y elegir aquellos alimentos que pueden traerte variedad y cambiar la calidad de tu comida.
- Antes de tomar el desayuno, es decir, en ayunas, bebe un vaso de agua con medio limón exprimido. Mira los beneficios que te pueden aportar el agua con limón natural en nuestro artículo.
- Aumenta y varía el consumo de frutas y verduras. Son ricos en vitaminas, minerales y fibra. Las vitaminas y los minerales colaboran con el adecuado mantenimiento y funcionamiento del cuerpo. La fibra regula la función intestinal, dando sensación de saciedad, y puede prevenir diversas enfermedades.
- Come legumbres al menos una vez día. Varía los tipos de legumbres y diversos métodos de preparación.
- Reduce el consumo de sal. Retira el salero de la mesa. El sodio es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo pero en exceso puede conducir a un aumento de la presión arterial (hipertensión) y otras enfermedades. Evita las especias preparadas, alimentos enlatados y embutidos. Usa hierbas frescas para mejorar el sabor de tus comidas.
- No hagas una dieta a base de un solo tipo de alimento o nutriente. Trata de variar la mayoría de los alimentos.
- Reduce la ingesta de alimentos ricos en grasas como la carne con grasa visible, salchichas, mortadela, comidas fritas y aperitivos, hasta un máximo de 1 vez por semana. Prefiere los alimentos cocidos o al horno, leche baja en grasa, yogur y queso blanco.
- Con respecto a la carne, trata de variar los tipos durante la semana con pollo, pavo, lomo, carne de cerdo y preferiblemente, consúmelos sólo una vez al día.
- Haz por lo menos 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, cena y ¡meriendas! No te saltes las comidas. Para la merienda y postre elige la fruta y modera las raciones.
- Mantén tu peso dentro de los límites saludables: Verifica si tu IMC (Índice de Masa Corporal) es de entre 18,5 a 24.9 kg / m2. El IMC muestra si tu peso es adecuado para tu estatura.
- Consume con moderación los alimentos ricos en azúcar como dulces, pasteles y galletas. Elige siempre productos elaborados con granos/semillas enteros.
- En lugar de azúcar refinada, utiliza azúcar morena.
- Disfruta de tu comida y come lentamente. Haz de tu comida una reunión con tu familia. No comas viendo la televisión o leyendo libros y revistas. Tómate el tiempo para que tus comidas sean un momento de gran placer.
- Incluye verduras en las comidas principales.
- Incluye ajo y cebollas en tu alimentación. Esta combinación previene muchas enfermedades.
- Toma más zumos naturales. Con esto evitarás de forma natural el consumo de refrescos, si necesitas ayuda con algunas recetas, no te pierdas nuestro artículo sobre recetas de zumos verdes naturales.
- No te excedas con el café: no más de 2 tazas al día.
- ¿Quieres dejar de consumir un alimento perjudicial? ¡No lo compres! (Simple, pero funciona).
- ¡Bebe agua! ¡Un montón de agua! El 70% de nuestro cuerpo está constituido por agua. Por lo tanto, el promedio de consumo al día debe ser de al menos 1,5 litros. Modera el alcohol y los refrescos. ¡1 ml de alcohol proporciona 7 kcal! Prefiere los zumos de fruta fresca o pulpa congelada.
- ¡Actívate! Además de cuidar tu alimentación, es súper importante que practiques una actividad física. Camina por lo menos 3 veces a la semana durante 30 minutos. ¡Esta rutina también mejorará tu salud!
Cómo llevar a la práctica los consejos anteriores
- Comienza con los pasos que creas más fáciles de adoptar para crear un cambio en tus hábitos alimenticios y los de tu familia. Verifica con ellos qué puedes hacer cada día.
- El hábito se adquiere con paciencia y persistencia y es cuestión de tiempo.
- Cuando sientas que el paso ya forma parte de tu rutina, ve al siguiente.
- La alimentación saludable puede y debe ser apetitosa. Mira recetas fáciles para el consumo de los alimentos que serán parte de tus nuevos hábitos.
Nuestros consejos de nutrición no pretenden sustituir a una consulta médica. La información divulgada en este artículo tiene el propósito de proporcionar una orientación general que no puede aplicarse a casos específicos. Consulta siempre a tu médico o nutricionista acerca de qué alimentos son adecuados en tu caso.