¿Tienes síntomas de ansiedad? Contrariamente a lo que muchos piensan, la ansiedad puede afectar a cualquier persona, en cualquier momento y por «ninguna razón». Por lo tanto, es importante que sepa identificar y tratar este mal que cada vez es más común.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un trastorno mental que resulta de la excitación excesiva del sistema nervioso central. Se caracteriza por una preocupación casi constante. La ansiedad y la falta de descanso causan malestar y tensión.
Se trata de una reacción normal a situaciones que pueden causar miedo, duda o expectativa. Se considera normal cuando se manifiesta, por ejemplo, horas antes de una entrevista de trabajo, la publicación de la aprobación en un concurso, el nacimiento de un niño, un viaje, una cirugía delicada o un problema financiero. En tales casos, la ansiedad actúa como una señal que lo prepara a uno para afrontar el reto y, aunque no se supere, favorece la adaptación a las nuevas condiciones de vida.
Pero cuando la persona tiene síntomas recurrentes de angustia, como miedo e insomnio constante, que afectan el día a día, entonces puede considerarse patológica.
En este artículo te explicamos Cómo ayudar a los niños con Ansiedad
Síntomas de la ansiedad
Hay muchos síntomas que pueden indicar un caso de ansiedad. Como cada persona es única, el tipo, intensidad y frecuencia de los síntomas pueden variar mucho, pero aquí están algunos de las principales:
- Escalofríos y frío
- Dolor de pecho
- Fatiga crónica
- Necesidad de azúcar, caramelos o chocolate
- Palpitaciones
- Tics nerviosos
- Entumecimiento y hormigueo, pérdida de la sensibilidad
- Tensión y el dolor muscular persistente
- Necesidad frecuente de orinar
- Preocupaciones exageradas sobre la salud, el dinero, la familia o el trabajo
- Dificultad para respirar
- Mareo
- Pensamientos, melodías y conceptos persistentes
- Vacío emocional
- Preocupaciones, tensiones o temores exagerados (la persona no puede relajarse, llegando a sufrir de insomnio, lee este artículo para obtener más información sobre problemas para dormir)
- Falta de control sobre los pensamientos, imágenes o actitudes que se repiten independientemente de la voluntad
- Exagerado miedo de morir o al peligro inminente
Causas de la ansiedad
El detonante de la ansiedad es algo que el individuo interpreta como perjudicial, es extremamente variable de una persona a otra porque los hechos no son interpretados por todos de la misma manera. Una persona puede llegar a estar extremadamente ansiosa el día antes de un examen, incluso hasta el punto de vomitar y sufrir insomnio, mientras que otra persona puede hacerle frente a esta situación de una forma más natural. ¿Por qué? Debido a que la primera persona interpreta esta prueba como un posible progreso que le da la vida, pero piensa que no se ha preparado y que será terrible si suspende. La segunda persona considera que dicha prueba es una posibilidad de progreso pero le da mucha menos importancia a las posibilidades negativas.
Entre las causas más comunes que desencadenan la ansiedad están el primer día en un nuevo trabajo, el nacimiento de un niño, el matrimonio, una cirugía, ser despedido, comprar una casa y problemas con la ley. Sin embargo, hay que recordar que se trata de algo muy individual.
Tratamiento de la ansiedad
Es importante entender que la ansiedad, al pasar los niveles considerados normales, se considera una enfermedad tan grave como cualquier otra (¡tal vez más!). Por lo tanto debe ser tratada solamente con el consejo médico de un psiquiatra.
El tratamiento puede incluir fármacos como ansiolíticos, antidepresivos o tranquilizantes como:
- Alprazolam
- Diazepam
- Fluoxetina
- Amitriptilina
- Valeriana
Estos recursos, que siempre deben ser indicados por el psiquiatra, por lo general actúan sobre el sistema nervioso con el fin de reducir la exagerada preocupación, tensión, miedo o temor de que algo malo podría suceder. Estos fármacos ansiolíticos se pueden utilizar en el tratamiento de la ansiedad y del síndrome de pánico, pero no deben ser usados de manera prolongada y descontrolada porque pueden causar dependencia.
Consejos para controlar la ansiedad
Como hemos indicado anteriormente, la ansiedad es una enfermedad y debe tratarse siempre bajo la guía de un profesional de la salud. Sin embargo, existen prácticas que han demostrado ser de ayuda para prevenir y tratar casos de ansiedad. Nunca deben sustituir el tratamiento médico, sino que sirven más bien como prevención y como formas de mejorar la calidad de vida del paciente.
Practicar ejercicio físico
La forma más común para tratar la ansiedad es practicar ejercicios físicos porque aumentan la producción de serotonina, una sustancia que incrementa la sensación de placer.
Caminar al menos media hora, tres veces a la semana, puede ayudarlo a lidiar con la ansiedad. El momento de caminar, además de ser un ejercicio para el cuerpo, también suele ser un descanso para la mente en forma de meditación activa. Una caminata de media hora es un movimiento repetitivo, que relaja el cerebro y «refresca la cabeza» de pensamientos negativos.
Mira este artículo que te explican muchos tipos de ejercicios físicos que puedes hacer incluso con poco tiempo o una pobre forma física.
Controlar su respiración
Para reducir las reacciones del sistema nervioso autónomo, debes controlar la respiración.
Esto lo puedes hacer al inhalar lentamente por la nariz con la boca cerrada. Inhala y deja que el abdomen se expanda, es decir, que el aire llene tu vientre, no tu pecho. Luego exhala lentamente, expulsando el aire por la boca. Esto lo puedes hacer en cualquier lugar, en cualquier momento. Es muy sencillo, ¡pero funciona!.
Además, cuando te encuentras en un entorno tranquilo, con la posibilidad de meditar, puedes aprovechar para aplicar una técnica de relajación. La relajación combinada con la respiración diafragmática reduce la taquicardia y los temblores.
Yoga
Después de recomendar las propuestas de ejercicios físicos y control de la respiración, pensamos que el yoga es perfecto para ello.
Nos ofrece la posibilidad de aprender a controlar la mente y cuerpo al mismo tiempo. Este control, que se obtiene a través de una combinación de técnicas de respiración, meditación y movimientos del cuerpo, resulta en un aumento de la flexibilidad, fortalecimiento de los músculos, mayor vitalidad y más control sobre el estrés.
Además de yoga, otras alternativas populares para las personas ansiosas son las sesiones de masaje y acupuntura, así como el taichí.
Mejorar la alimentación
Cuanto más rica y nutritiva es la comida, mejor. Un cuerpo y cerebro bien alimentados da mucho menos espacio para las enfermedades tales como la ansiedad.
Para controlarla comemos alimentos que son fuente de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, como el plátano y el chocolate. Pero debe hacerse con moderación, para no subir de peso. Para conocer otros alimentos beneficiosos, mira el artículo de “¡Alimenta su cerebro!”.
Otra técnica es ingerir triptófano en cápsulas junto con vitamina B6 y magnesio. La taurina y la glutamina son otros aminoácidos que también pueden ayudar porque aumentan la disponibilidad de un neurotransmisor llamado GABA, que el cuerpo utiliza para controlar la ansiedad fisiológicamente. También se pueden tomar en forma de cápsulas, pero sólo bajo la supervisión de un médico experto.
Incluso existen tipos de tés, aunque muchos de ellos tienen sustancias que actúan como sedantes leves y pueden ayudar a controlar la ansiedad diaria. Las plantas más conocidas y estudiadas con esta acción son la pasiflora, melisa, manzanilla y valeriana.
Aromaterapia
La aromaterapia es excelente como coadyuvante en el tratamiento de la ansiedad, en apoyo a la medicina convencional.
Investigaciones sobre aromaterapia han demostrado que todos reaccionamos, consciente o inconscientemente, a los estímulos de olores. Cuando se usan bien, los olores son muy eficaces para despertar recuerdos o calma y ciertos olores son más propensos a causar reacciones emocionales y/o físicas, aliviando el sistema nervioso y activando los centros psíquicos.
Los aceites esenciales de aromaterapia inducen cambios en el estado de ánimo, dando una sensación de bienestar y reduciendo el estrés. El tratamiento con aromaterapia se puede hacer a través de baños, masajes y la inhalación de aceites esenciales relajantes y vigorizantes.
Las gotas de aceites esenciales siempre deben ser diluidas y los aceites vegetales sirven para realizar masajes.
Cuando queremos inhalarlos, mezcla unas gotas de aceites esenciales en una taza de agua caliente y respira profundamente. Conoce algunos aceites esenciales que ayudan a calmar y relajar:
- De lavanda
- De naranja
- De hierba de limón
- De manzanilla
- De eucalipto
- De geranio
- De limón
Todos los puedes encontrar en este artículo sobre Aromaterapia: el poder de los aceites esenciales.
¿Has sufrido ansiedad o conoces a alguien la sufra? Si es así, ¿cómo la superaste? ¿Adoptaste alguna actitud específica que te ayudó? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!