Meses soñando con la llega de este día tan importante, la llegada de nuestro bebé, ese momento irrepetible en el que por primera vez lo puedes coger y sentir, pero también es el momento en el que las dudas y los miedos nos invaden.
Hasta ahora el bebé se ha desarrollado gracias a los nutrientes y oxígeno que la madre suministraba a través de la placenta, un suministro que no se ha visto interrumpido en nueve meses y que ha permitido al bebé madurar lo suficiente como para que ahora y de forma independiente, afronte una nueva etapa fuera del útero materno.
Las primeras horas de un recién nacido
Muchos papás primerizos se sorprenden cuando asisten al nacimiento de su bebé, no es ese niño rosadito y terso. Efectivamente, los bebés nace con una apariencia muy distinta de la que nos muestran las películas.
La Apariencia del Bebé
Lo primero que destacamos es la forma de su cabeza, ligeramente puntiaguda, esto se debe a que los huesos del cráneo del bebé se solapan para poder pasar por el canal del parto, forma que desaparecerá a los pocos días, dando lugar a una cabeza redondeada.
La piel del bebé tendrá un aspecto arrugado y recubierta de “sebo”, esta sustancia se llama vérnix caseosa, de apariencia grasa que mantiene la piel del bebé hidratada y protegida del líquido amniótico en el que se ha encontrado sumergido durante nueve meses.
En algunos casos y sobre todo si el bebé nace prematuramente, su piel posee un tacto suave y cubierto de una especie de pelusa, ésta pelusa se llama Lanugo y se trata de un cabello extremadamente fino que terminará por desaparecer en dos semanas. El lanugo es el cabello que protege la piel del bebé en el útero y que aparece recubierto con el vérnix.
Sus extremidades, tanto las piernas como los brazos del recién nacido tienden a flexionarse como reflejo de la posición adoptada en el útero materno sobre todo en los últimos meses de gestación, ya que el espacio es muy reducido, este reflejo irá desapareciendo y sus extremidades enderezando según el bebé vaya creciendo.
Tras el parto y en los siguientes días el bebé comenzará a cambiar su apariencia, su color se tornará más rosado, sus extremidades irán estirándose y su piel se volverá más tersa.
Examen Médico
Nada más nacer el bebé, se pinzará el cordón umbilical, único nexo físico que une todavía al bebé con su madre. Una vez se ha cortado el cordón, el bebé deberá respirar por si mismo utilizando por primera vez sus pulmones, en algunos casos necesitarán un poco de ayuda.
Inmediatamente deberá pasar un examen médico que evaluará el estado general de salud del neonato. El procedimiento será el siguiente:
- Limpiar las mucosas tanto de secreciones como de restos de líquido amniótico que obstruyan las vías respiratorias.
- Explorar el cuerpo en busca de algún signo de malformación morfológica.
- Mediante una sonda el facultativo verificará el buen funcionamiento o en su caso el estado del tubo digestivo y del esófago del bebé.
- Se tomarán muestras de sangre para valorar el estado general, prestando especial atención a los niveles de tanto de azúcar como los de bilirrubina.
- Se medirá tanto la longitud total del bebé como la circunferencia craneal.
- Se tomará nota del peso.
- Se le proporcionará unas gotas o pomada en los ojos para evitar posibles infecciones.
- Se realizará el test de Apgar.
Test de Apgar: El test de Apgar, es una prueba fundamental para conocer la capacidad de respuesta del bebé ante un estímulo así como los signos vitales de éste.
Las pruebas están clasificadas en 5 categorías.
- Frecuencia cardíaca
- Respiración
- Color
- Tono muscular y actividad
- Respuesta refleja
Según la reacción del bebé cada una de las cinco categorías recibirán una valoración de 0-2. Una vez realizadas las pruebas y con la puntuación individual de cada categoría se calculará la puntuación media.
Este test se realiza al bebé nada más nacer y se repetirá un minuto después de la primera evaluación y de nuevo 5 minutos más tarde.
Se entiende que los resultados son normales y el bebé no necesitará atención especial, cuando la puntuación media se encuentra comprendida entre 7 y 10. Una nota inferior alertará de algún problema y por lo tanto la necesidad de una intervención rápida por parte del personal médico, ya sea proporcionando oxígeno o realizando otras maniobras.
En las siguientes horas tras el nacimiento, llega el momento de las inyecciones, siendo la primera de ellas una inyección de vitamina K, vitamina que servirá para prevenir hemorragias graves, ayudando a la coagulación de la sangre.
Una vez comprobado el estado de salud, se procederá a la vacunación de nuestro bebé. La primera vacuna que recibe y siempre que los padres den su consentimiento, es contra la hepatitis B, según el calendario de vacunaciones vigente.
Por último el bebé recibirá un agradable baño del que posiblemente el papá pueda disfrutar, para posteriormente y una vez realizadas todas estas pruebas llega el momento en el que la mamá y el bebé vuelven a reencontrarse y también es el momento de intentar amamantarlo por primera vez. El primer alimento que recibirá tu bebé será una especie de líquido espeso que recibe el nombre de calostro.
El calostro es segregado por las glándulas mamarias, su color es amarillo claro y muy rico en sales minerales, proteínas, vitaminas A y E. La importancia de la ingesta del calostro radica en la que éste mantendrá a nuestro bebé libre de infecciones ya que es rico en secreciones de Inmunoglobulina IgA y por la gran cantidad de leucocitos que contiene, fundamentales para proteger al bebé ante virus y bacterias.
Si todo se desarrolla favorablemente, en dos o tres días tanto el bebé como su mamá estarán en casa, no sin antes realizar una última prueba, la prueba de detección en sangre.
La prueba de detección en sangre, se realizará el último día de estancia en el hospital y servirá para detectar enfermedades como Fenilcetonuria o PKU, el hipertiroidismo congénito, además de otros tipos de dolencias que si se detectan de forma temprana, pueden tener un tratamiento eficaz y efectivo.
La vuelta a casa
Los primeros días en casa serán de adaptación, tanto de los papás al bebé como de éste hacia los papás. Estos días servirán para que descubra su entorno. Desde el mismo momento de su nacimiento, el bebé es capaz de reaccionar ante un sonido fuerte, llegando incluso a girarse, especialmente si el sonido procede de sus padres. El bebé tiene como misión fundamental identificar a sus padres para lograrlo pondrá en marcha el resto de sus sentidos como la visión, oído, tacto y olfato.
La visión de un neonato no es nítida sino borrosa aunque es capaz de reconocer caras como la de su madre si se encuentra a menos de 50 cm de distancia. También es capaz de poner en práctica los primeros sonidos para establecer una comunicación y lo hará a través del llanto. Con el llanto, el bebé nos indicará si tiene hambre, dolor, frío, etc.
La alimentación
Los recién nacidos pasan largos periodos de tiempo durmiendo por lo que es imprescindible despertarlos para que realicen sus tomas, que serán aproximadamente cada 2 ó 3 horas. La capacidad del estómago de nuestro bebé es muy limitada por lo que su alimentación será frecuente y en pequeñas cantidades.
No todos los bebés obtienen el alimento necesario mamando, en algunos casos la leche materna es insuficiente y se debe ayudar con leches de maternidad.
Las mamás que amamantan a sus bebés además de protegerlos crean un vínculo afectivo muy importante para su posterior desarrollo emocional. Amamantar a tu bebé significa que estéis donde estéis su comida siempre estará asegurada, a la temperatura ideal y sin pagar nada.
La mejor forma de alimentar a tu bebé es que éste succione de ambos pechos, primero uno y después del otro, alterando el orden en la siguiente toma. Tras cada toma, toca la expulsión de gases.
Al succionar el alimento, el bebé introduce además gran cantidad de aire, que más tarde tendrá que expulsar por medio del eructo. Algunos niños son capaces de expulsarlos sin ayuda mientras que otros necesitarán que les ayuden con unas suaves palmaditas en la espalda.
Cuando un bebé después de comer, en lugar de adormecerse presenta un cuadro de irritabilidad e inquietud, probablemente se trate de la necesidad de expulsar aire.
A la hora de dormir y sobre todo después de una toma, no debemos posiciones de forma horizontal, es mejor que le acuestes ligeramente de lado y siempre del lado derecho, para que el corazón no sienta presión. No olvidemos que los bebés a menudo sufre problemas de reflujo, acostado ligeramente de lado, podrá expulsarlo sin problemas, evitando ahogos.
Los vómitos en niños recién nacidos también son frecuentes, no olvidemos que el recorrido del estómago a la boca es muy corto y por tanto, un golpe de hipo o tos puede provocar el vómito.
Posiblemente uno de los miedos que tienen las mamás es saber si sus bebés se están alimentando correctamente, estos miedos pronto se disipan ya que si el bebé tiene hambre lo hará saber, comenzando por un llanto continuo, otros gestos como chuparse las manos o buscar el pecho materno, también serán un claro indicativo de sus necesidades.
El llanto
Los primeros días serán seguramente estresantes, el bebé recién nacido no para de llorar y no sabemos qué le pasa. Esta parte pertenece al periodo de adaptación, los recién nacidos lloran para reclamar la atención de sus padres, ya sea por hambre, dolor, gases, etc.
El llanto es la forma que tiene el bebé de comunicarse con nosotros y para eso utilizará distintos tipos de llantos que seguro que aprenderemos a diferenciar. No obstante podemos distinguir entre:
- Llanto continuado. Cuando nuestro bebé llora de forma continua y persistente habitualmente es una señal de tener hambre.
- Llanto nervioso. Se trata de un llanto intermitente, calla y vuelve a llorar. Este tipo de llanos suelen indicarnos que el bebé tiene sueño pero le cuesta conciliarlo.
- Llanto de desconsuelo. Puede que nuestro bebé tenga demasiado calor o por el contrario tenga frío.
- Llanto con gritos. El bebé no se encuentra bien, puede ser que se encuentre incómodo, con gases, etc.
- Llanto entrecortado. Es el típico llanto tras un berrinche, nuestro bebé nos muestra su enfado.
Higiene y Cuidados del Bebé en los primeros días
El bebé necesitará de una serie de cuidados higiénicos y de entre ellos, destacamos el momento del baño tiene que ser especial, tranquilo e íntimo.
La temperatura deberá ser la más parecida a la del bebé, entre 35 y 37 ºC, siendo la mejor hora del día cerca del mediodía, evitando las temperaturas más frías de la mañana y la tarde.
No tengas prisa y dedícale todo el tiempo que necesite, el baño no solo servirá para mantener la higiene de tu bebé sino que además les proporciona tranquilidad y sosiego. En el mercado existe una gran variedad de bañeras para bebés, si estás interesada en conocerlas, aquí os dejamos una selección de las mejores bañeras cambiadores de bebés.
¿Cómo cuidar el ombligo?
Cuando llegamos a casa, nuestro bebé seguirá manteniendo el cordón umbilical pinzado. Este cordón que en un principio es de un color rosado cambiará de color hasta llegar a un estado de momificación y por último caiga. Este proceso suele durar una semana aunque en algunos casos puede alargarse hasta 15 días.
Hasta que el cordón umbilical caiga, necesitará unos mínimos pero importantes cuidados. En primer lugar lo limpiaremos con alcohol de 70% o clorhexidina, en ningún caso mercromina o yodo, después simplemente envolverlo en una gasa estéril.
Nunca debemos intentar tirar o cortar el cordón umbilical aunque éste parezca ya seco, el mismo se seca y se cae, de otra forma podríamos provocar una hemorragia.
¿Cuándo cambiar los pañales?
La piel de un bebé recién nacido es muy sensible y requerirá de una atención especial. Debemos revisar su pañal cada vez que le despertemos para comer ya que si permanece mucho tiempo en contacto con la piel sensible del bebé, podría provocar dermatitis. Por otro lado la humedad provoca la aparición de hongos llegando a provocar infecciones mucho más difíciles de tratar.
Cada vez que cambiemos el pañal de nuestro bebé, deberemos lavar toda la zona con agua templada, secar bien y seguidamente poner un nuevo pañal.
La ropa del recién nacido
Los bebés crecen muy rápido por lo que no es aconsejable llenarse de ropita para los primeros días. Los tejidos naturales serán los más recomendados para su piel, mucho más delicada, ropa de algodón para el verano. En invierno, la ropa interior deberá ser de algodón mientras que como prendas de abrigo lo más aconsejable será utilizar lana.
Una vez pasada la primera semana aproximadamente, será aconsejable pasear a diario con nuestro bebé, simplemente abrigarlo bien, con ropa cómoda y amplia, que no le produzca roces o rojeces.
Tampoco podrá faltar nunca un arrullo en el que envolverlo tanto cuando salga del baño como en esos preciosos momentos en los que amamantas a tu bebé. Si estás buscando arrullos y toquillas quizás te interese una selección de las Mejores Toquillas y Arrullos para Bebés