La vida de la mayoría de las madres experimentó un cambio drástico -más allá de la mera pérdida de sus rutinas- cuando el coronavirus irrumpió en sus vidas hace ya dos meses.
Las madres trabajadoras que tienen la suerte de haber evitado el virus o de haberse recuperado de él, están haciendo malabarismos para conciliar el trabajo y el cuidado de los niños con una valentía impresionante.
Están educando a sus hijos en casa mientras trabajan. Preparan desayunos, comidas y cenas mientras trabajan. Hacen las tareas domésticas mientras trabajan.
E incluso vigilan el tiempo que sus hijos pasan delante de las pantallas mientras que hacen todo lo anterior.
Y al mismo tiempo tienen que lidiar con el sentimiento de culpa, estrés o resignación que viene de no hacer ninguna de esas cosas como quisieran.
Por eso, este año el día de la madre debería de llamarse el día de las valientes, como propone la farmacia Dosfarma en su campaña para el día de la madre.
Tous, la marca española de joyería, también ha querido homenajear a aquellas mujeres que han sido madres durante el confinamiento en su campaña para el Día de la Madre.
Y para ello, como parte de su campaña Bienvenido al mejor lugar del mundo: tu madre, regalará una de sus piezas a cada una de ellas para mostrarles su apoyo y dejarles un recuerdo que permanezca en el tiempo.
Y no es para menos. Las tareas de las que antes se ocupaban los colegios, los educadores, las guarderías o los abuelos, ahora recaen directamente en los padres y desproporcionadamente en las madres, mientras tienen que continuar con su trabajo.
Las mujeres asumen la planificación, la organización y el recuerdo de todo lo que debe ser recordado. Y la carga mental que viene con ese trabajo extra ha crecido exponencialmente en las últimas semanas.
Muchas han tenido que crear su oficina en casa, donde tienen que estar obligatoriamente durante el confinamiento, y tienen suerte si durante una videoconferencia uno de sus compañeros de trabajo las avisa antes de que su hijo de 4 años tire la pecera al suelo detrás.
Las entrevistas, sesiones de Skype y videoconferencias son precedidas por las advertencias de las madres, en las que se enumera el número y las edades de los niños que se supone que están haciendo los deberes, viendo la televisión, durmiendo, divirtiéndose con otro miembro de la familia. Pero, siendo realistas, podrían interrumpir en cualquier momento.
Es surrealista para muchas madres, que a menudo sienten que sus ocupadas vidas las mantienen alejadas de sus hijos. Ahora, están pasando más tiempo que nunca con ellos, pero no de la forma más conciliadora.
Otras tantas valientes han tenido que seguir con sus ocupaciones diarias -imprescindibles en este momento-, saliendo al campo de batalla sin protección adecuada, pasando 8, 10 o incluso 12 horas trabajando, y con el miedo en el cuerpo de volver a casa con su familia y contagiarles.
Se despiertan cuando todavía el sol no ha salido para dejar todo preparado, y son el principal contacto de los maestros de sus hijos, lo que significa que reciben cualquier notificación si alguno no entrega una tarea a tiempo.
Cuando finalmente llegan a casa, se quitan y desinfectan todo lo que se han puesto. A veces se exasperan con los clientes groseros que encuentran en el trabajo, pero también intentan dejar eso en la puerta.
De esta manera, durante las pocas horas que están en casa y despiertas, pueden concentrarse en estar con su familia.
Incluso antes de que se implementaran los cierres de escuelas y las órdenes de quedarse en casa, el equilibrio ya era claramente desproporcionado para las madres solteras y las mujeres casadas con hombres que tradicionalmente han pasado menos tiempo -o nada en absoluto- cuidando a sus hijos.
Aunque los hombres casi han triplicado el tiempo que dedican al cuidado de los hijos desde 1965, y el número de hombres que son padres y que se quedan en casa se ha duplicado en los últimos 20 años, persisten los desequilibrios en lo que se ha llamado el «trabajo invisible» de la crianza de los hijos.
Y entre todo este caos y desequilibrio, las madres trabajadoras todavía buscan el lado positivo de la situación: un rápido abrazo antes de una llamada en conferencia, o el orgullo de mantener un negocio a flote contra las adversidades.
Tous, la marca española de joyería, también ha querido homenajear a aquellas mujeres que han sido madres durante el confinamiento en su campaña para el Día de la Madre.
Y para ello, como parte de su campaña Bienvenido al mejor lugar del mundo: tu madre, regalará una de sus piezas a cada una de ellas para mostrarles su apoyo y dejarles un recuerdo que permanezca en el tiempo.
Espero que uno de los aspectos positivos que saquemos de todo esto sea que todos podamos dejar de disculparnos por tener familias.
Muchos de nosotros tenemos hijos. Niños que son humanos reales, fuera de los confines de adorables imágenes, y que son capaces de interrumpir el trabajo de maneras insospechadas.
En casa están estos niños, ahora privados de guarderías, colegios, institutos y universidades.
De repente -y sin duda para algunos, de manera chocante- mostrando dimensiones físicas mensurables, y necesidades físicas inconmensurables, incluyendo un deseo casi constante de ser alimentados mientras te muestran un TikTok realmente divertido al mismo momento.
Los niños, incluso los mayores, que necesitan expresar su frustración, especialmente ahora, de una manera muy poco programada.
Los niños, que necesitan hacer todas estas cosas y más aún y sobre todo, si su madre está en una reunión de trabajo.
Y todo ese esfuerzo hay que reconocerlo.
Un aplauso para todas estas mujeres multitarea, una aplauso para todos esos rostros valientes de la pandemia.