No se puede negar que el cuerpo de una mujer representa una maravilla biológica, la cual en múltiples ocasiones requiere de mucha atención y cuidados especiales para conservarse en buenas condiciones de salud. Existen algunos problemas relacionados con la salud que pueden afectarte y convertirse en algo verdaderamente desagradable. Uno de estos problemas lo constituye el dolor en tus pezones, algo que en la actualidad se ha vuelto bastante frecuente. En muchos casos las mujeres se ven afectadas por la secreción de leche, secreción clara y en otras ocasiones por un dolor conocido como mastalgia o dolor mamario. Seguramente te preguntas sobre las causas del dolor, hablaremos un poco de ello en este artículo.
Luego del parto la primera leche secretada por tus pezones es el calostro, la cual se convertirá en el principal alimento de tu bebé al nacer y durante la primera semana de vida. Aunque te parezca muy reducido el calostro es imprescindible y suficiente para el recién nacido miembro de tu familia. La producción de leche será determinada por la demanda de tu bebé, dando paso el calostro a una leche más blanquecina, madura y abundante. Cuando comienzan a llenarse tus pechos y la leche no se extrae o consume, es probable que se generen algunos problemas en tus mamas.
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En este momento puede originarse el dolor en tus pezones, esto puede ser una señal de que algo no está funcionando adecuadamente en tu organismo. Algún problema que genere grietas en los pezones o la postura incorrecta de tu bebé al amamantarlo. Aunque también puede ser una consecuencia de alguna infección o dermatitis. Cualquiera sea tu caso, lo más recomendable es que tomes las previsiones para no verte afectada por el dolor en los pezones, debido a que después puede ser bastante complicada la curación. A continuación te explicamos cuáles son las principales causas del dolor en los pezones (ovulación, embarazo o la lactancia), factores frecuentes que ocasionan el dolor del pezón, tratamientos para el dolor, además de algunas recomendaciones generales para que el dolor de los pezones no le reste tranquilidad a tu rutina de vida diaria.
¿Qué es dolor en el pezón?
El dolor en el pezón es cualquier contrariedad que se produce en tus senos, la molestia puede tener múltiples causas, como por ejemplo: los cambios hormonales cuando tienes la menstruación o debido al embarazo, los cuales producen elevada sensibilidad en los pezones y un poco de inflamación. En algunos casos las mujeres solamente tienen dolor en un seno o en ambos, preocupándose por el riesgo de padecer cáncer de mamas.
Tener cierta sensibilidad en los pezones es un síntoma normal para cualquier mujer, por ello no debe generarte mayor preocupación. Pero siempre debes tratar de actuar de forma preventiva y considerar las probables causas del dolor para el descarte apropiado de otras complicaciones graves en tu salud.
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¿Cuáles son las causas dolor en el pezón?
Los senos representan uno de los órganos con mayor sensibilidad en tu organismo. Además de ser bastante sensibles a los cambios hormonales también son sensibles a las lesiones externas. Dentro de tu organismo existen múltiples procesos biológicos en cada etapa de tu vida. Nosotros nos concentraremos en el proceso biológico para poder entender lo que está causando dolores en tus pezones.
Dolor durante la ovulación
Luego de la pubertad, comenzaste a tener tus ciclos menstruales de forma regular. Dicho ciclo se desarrolló hasta que tu óvulo ha sido fertilizado y se produce la gestación. Durante la ovulación, tu organismo comienza a dar señales de este proceso. Uno de los principales signos es el dolor en los pezones. La sensibilidad en tus senos y en los pezones se eleva, sobre todo al tacto. Dicho síntoma se origina luego de unas dos semanas aproximadamente luego de la ovulación y si eres una mujer activa sexualmente esto puede indicar un embarazo.
Dolor durante el embarazo
En el momento en que concibes, tu organismo empieza a experimentar diferentes cambios que son necesarios para la adaptación del feto en desarrollo. El aumento del flujo en la sangre en los tejidos de tus senos es provocado por la fiebre hormonal causada por el embarazo. Lo que hace que tus pezones y el pecho se inflamen, empiezas a apreciar un hormigueo y bastantes sensibilidad al dolor y al tacto. Los síntomas o sensaciones son parecidos a los experimentados durante la ovulación y el período menstrual, pero con mayor intensidad. Alrededor de la cuarta y la sexta semana de embarazo la sensibilidad en tus senos podrás experimentarla de forma prominente. El dolor en los pezones puede ser persistente en la mayoría de las mujeres durante el primer trimestre de embarazo. Lo más aconsejable es este caso es que utilices algún sostén materno. Las compresas frías en la zona afectada pueden ayudarte a calmar un poco el dolor.
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Dolor causado por la lactancia materna
Uno de los dolores más comunes en madres primerizas es el dolor en los mismos durante la lactancia materna. Existen múltiples causas de estas molestias durante esta etapa, las causas pueden incluir: complicaciones para controlarlo, haciendo que tu bebé se mantenga aferrado con su boca al pezón para conservar la succión. Lo cual genera tiradas frecuentes de tus pezones que se transforman en molestias. Es necesario que puedas ayudar a tu bebé a mantener en la posición correcta el pezón en su boca. Si tus pezones sangran o están un poco agrietados, puedes aplicarte un poco de ungüento que contenga lanolina purificada. Además debes asegurarte de limpiarlos muy bien antes de darle pecho a tu bebé.
La lengua trabada de tu bebé, puede ser otra de las causas, es decir, su lengua puede estar conectada la zona inferior de la boca, generando complicaciones para mantener el control sobre el pezón en su boca. Como consecuencia, tu bebé no podrá conseguir la leche necesaria y se mantendrá tirando del seno. Si es tu caso, lo mejor es que consultes al médico y conseguir de tu bebé un examen. Es posible que el médico recomiende algún procedimiento sencillo para tratar la lengua trabada.
Al momento de amamantar la candidiasis puede causarte dolores en el pezón. Es fundamental que el médico te indique de inmediato algún tratamiento para esta afección, debido a que el bebé puede verse afectado por la candidiasis. En otros casos, la dermatitis puede ser la causa de la picazón y la inflamación en tus pezones. Necesitarás colocar lociones o cremas para disminuir el dolor. Aunque te parezca extraño, algunos sostenes de amamantar mal ajustados pueden estar causando los dolores. Al utilizar un sujetador no adecuado puede poner mucha presión en tus pezones, causando mayor sensibilidad al tacto y mucho dolor. Será muy útil que cambies el sostén a uno de maternidad, ya que uno de los cambios durante el embarazo es el aumento de tamaño en tus senos. Finalmente, el dolor puede ser causado por la aparición de los dientes en el bebé. Los dientes pequeños y duros que aparecen o las encías en la boca de tu bebé, pueden ocasionar mordeduras en tus mamas.
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Mastitis
La mastitis se produce cuando se inflama uno o diferentes lóbulos de tus glándulas mamarias. Existen múltiples causas de la mastitis: mastitis no puerperal o mastitis puerperal. Cuando se produce en el bebé, los médicos se refieren a una mastitis neonatal.
Síntomas asociados a la mastitis
La mastitis aguda puede presentar con algunos síntomas similares a los de una gripe, enrojecimiento, endurecimiento y sobrecalentamiento de un área del seno. Generalmente, la inflamación se produce en un pecho. A continuación te mostramos algunos de los síntomas más frecuentes:
- Fiebre superior a los 38.5 ºC.
- Náuseas, cefalea y vómitos.
- Debilidad, dolor general, decaimiento y malestar.
- Enrojecimiento del pecho afectado.
- Un área del pecho tiene apariencia redondeada y dura.
- Sensación de dolor en la mama como si clavaran agujas.
- Sobrecalentamiento e inflamación de la mama.
- Los síntomas de la mastitis posparto son más intensos que los de la mastitis no puerperal.
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Tipos de mastitis
Existen diferentes tipos de mastitis que pueden afectarte, en términos generales podemos hablar de: mastitis bacteriana o infecciosa, no infecciosa, mastitis bilateral y unilateral; mastitis puerperal, neonatal y posparto.
Mastitis infecciosa o bacteriana
El principal agente causante de la mastitis infecciosa o bacteriana es el Staphylococcus aureus. En ciertas ocasiones, la abundante producción de prolactina o la mastopatía (alteración benigna del seno) pueden causar inflamaciones en las mamas. El cáncer de mama o ciertos tumores pueden manifestarse por medio de la mastitis.
Mastitis no infecciosa
La mastitis no infecciosa puede ser causada por el incremento de la producción en el pecho de secreción. Al no poder fluir de forma libre, la secreción se acumula. Se ensancha el sistema de conductos y se produce la penetración de líquido en tejidos conjuntivos cercanos. El líquido para los tejidos conjuntivos constituye un cuerpo extraños, ocasionando una resistencia inflamatoria.
Si estás dando pecho y se produce la mastitis de este tipo, esto puede ser una consecuencia de la retención de secreción dentro del pecho. Si la retención de leche no es resuelta, corres el riesgo de que esta mastitis evolucione hasta convertirse en una mastitis infecciosa, debido a que el crecimiento bacteriano es favorecido por la retención de leche.
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Mastitis unilateral y mastitis bilateral
La mastitis bilateral es cuando ambas mamas se encuentran afectadas, mientras que la mastitis unilateral se origina en una mama. Aunque la mastitis más común es la bilateral, al menos un 12% de los casos.
Mastitis posparto, no puerperal y neonatal
La mastitis posparto se produce durante el período de lactancia, mientras que la mastitis puerperal se genera fuera de la etapa de lactancia. La neonatal se produce en bebés infectados por bacterias que provienen de su piel o del tracto genital de la progenitora, por lo general aparece entre la semana dos y la semana cuatro de vida, se puede subsanar la mastitis a través de antibióticos para bloquear la infección.
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Causas comunes de la mastitis
Generalmente, la mastitis puede ser causada por: los conductos mamarios están tapados, la congestión mamaria o acumulación en los pechos de leche o la estasis de leche (acumulación de leche luego de una toma). Todo esto puede causar una infección, además de gérmenes o bacterias que invaden el tejido mamario por medio de fisuras o grietas en los pezones.
¿Qué debo hacer si noto los síntomas de la mastitis?
En cuanto comiences a notar los síntomas de mastitis debes llamar de inmediato al médico. Es probable que el médico te recomiende algún tratamiento casero por varios días que te ayuden a calmar las molestias. Si el dolor en el pezón es muy grave o tienes síntomas infecciosos, probablemente el médico recomiende algún antibiótico que no afecte la lactancia. En uno o dos días deberías mejorar, es fundamental que tomes los antibióticos según las instrucciones del médico para prevenir que la infección se repita.
Diagnóstico de la mastitis
La exploración clínica es suficiente, si eres una madre lactante. Se necesitará una muestra de tu leche para diagnosticar una mastitis infecciona. Las pruebas de ecografías serán necesarias en caso de una mastitis fuera de la lactancia, incluso una analítica de sangre o mamografía. La mastitis más común es la que se origina en la lactancia, contrariamente, la mastitis fuera de la lactancia se produce poco y la inflamación a menudo es crónica.
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¿Cómo tratar la mastitis desde la comodidad del hogar?
Con unas sencillas pautas puedes tratar la mastitis desde la comodidad de tu hogar:
- Trata de descansar: para que tu organismo pueda enfrentar la infección procura descansar en casa. Deja a un lado las tareas típicas del hogar. Limita las visitas y deja que tu familia te ayude para que la recuperación sea más rápida.
- Aumenta la frecuencia de la lactancia: sabemos que la lactancia puede ser bastante dolorosa cuando tienes mastitis, pero es fundamental que lo hagas. Alimenta al bebé las veces que lo demande. Para mantener la zona afectada vacía es necesario que alimentes al bebé cada dos horas.
- Utiliza compresas frías: para aliviar el dolor del pezón coloca compresas frías en cada toma, además de calmar el dolor te ayudará reducir la inflamación. Primero debes envolver en una toalla las compresas para evitar lastimar la piel.
- Compresas tibias: durante algunos minutos puedes colocar una toalla tibia en el pecho afectado antes de alimentar a tu bebé, de esta manera estimulas la producción de leche y será menos doloroso el momento de la toma.
- Medicamentos para el dolor: el ibuprofeno es un inflamatorio que no requiere receta médica, puede ayudarte a calmar el dolor del pezón y aliviar la fiebre.
- Masajes: masajea suavemente el área afectada, comenzando desde el pezón hasta terminar en la zona de la axila.
- Reduce la presión en tus pechos: utiliza sostenes que no sean muy ajustados o mejor no los uses. Tu bebé no debe descansar en tu pecho y tampoco debes dormir bocabajo.
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Manera apropiada para amamantar si tengo mastitis
Puede que la mastitis te produzca mucho dolor en el pezón, pero recuerda que es fundamental la alimentación de tu bebé de manera frecuente para que siga fluyendo la leche y evitar la formación de bloqueos en los canales. Puedes amamantar a tu bebé de la siguiente manera:
- Es importante que comiences a amamantar primero en el pecho afectado para dejarlo vacío. Si percibes que aún está lleno, probablemente necesites usar el extractor de leche para sacar suficiente líquido y tu bebé pueda agarrar fácilmente el pecho.
- Asegúrate que agarre bien el pecho y su boca abarque la mayor cantidad de tejido posible. Vaciar tu pecho será más rápido si utilizas distintas posiciones para amamantar.
- Cuando tu bebé no logre vaciar totalmente los pechos, hazlo tú de forma manual o con el extractor de leche.
- Si el dolor al amamantar es intolerable, puedes probar extrayendo la leche y alimentar al bebé usando el biberón.
¿Afecta a mi bebé la mastitis?
Tu bebé no sufrirá ningún daño con la mastitis, aunque el pecho afectado puede producir menor cantidad de leche.
¿Por qué repite la mastitis?
En caso de desarrollar en más de una ocasión la mastitis, probablemente se deba a curación incompleta de la infección inicial. Aunque puede ocurrir que seas más susceptible por el estrés y el cansancio. Por eso es fundamental que puedas descansar. Si tienes episodios de mastitis muy repetitivos, es necesario que consultes al médico, debido a que en algunos casos la mastitis repetitiva se debe a un tumor en el seno, por lo que es prioritario descartar esta probabilidad.
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Ingurgitación
Cuando hablamos de ingurgitación, nos referimos a la inflamación en ambos pechos debido a la leche acumulada. Si tu bebé se salta una toma o no mama lo suficiente, el líquido se acumula. Esto junto a la inflamación del pecho con la elevación de la leche genera una ingurgitación que causa malestar general, dolor hasta fiebre. La hinchazón puede poner presión por la zona donde pasa la leche (conductos galactóforos) y complicar el flujo de leche. Entonces se produce un círculo vicioso debido a que el bebé no mama lo suficiente y el pecho queda lleno. La zona de la areola o la otra parte del seno puede verse afectada por la ingurgitación.
Obstrucción del conducto
Los conductos de tus mamas se inflaman y taponan cuando la leche se acumula en los conductos mamarios. Contrario a la mastitis o la ingurgitación, la hinchazón se localiza en una diminuta área del pecho. Normalmente la obstrucción del conducto aparece en la zona próxima a la axila. Se refiere a un bulto caliente, enrojecido y doloroso al tocarlo. A ciencia cierta no se conoce lo que produce esta obstrucción, pero la utilización de sujetadores muy ajustados puede ser un factor determinante o los depósitos sólidos de la leche.
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Absceso mamario
El absceso mamario se origina debido a una mastitis infecciosa tratada incorrectamente. El dolor del pezón es más extremo que el ocasionado por la mastitis y son bastante evidentes los síntomas externos como enrojecimiento, inflamación, calor, deformación de la mama o bulto. Es aconsejable que tu bebé tome la leche del pecho afectado, ya que el absceso es compatible con la lactancia, siempre que el orificio de drenaje esté alejado del pezón y el bebé no esté en contacto con el pus. De no ser posible, del seno afectado puedes extraer la leche y solo amamantarlo del pecho sano.
Otras causas
Existen otros síntomas que pueden causar dolor en el pezón. Algunas mujeres pueden desarrollar alguna sintomatología al consumir píldoras anticonceptivas. Como ya sabes, las pastillas anticonceptivas contienen hormonas que provocan dolores en los pechos. En ocasiones, dentro del sujetador puede quedarse un poco de detergente y causar el dolor o irritación. El trastorno emocional y el desequilibrio hormonal por el estrés pueden producir estos síntomas. También los juegos bruscos con tu pareja pueden ocasionar dolor en los pezones. Si constantemente sufres de dolores en tus pezones o los pechos son muy sensibles, consulta a tu ginecólogo de confianza. El diagnóstico de tu condición debe hacerlo el médico, además de proporcionarte el tratamiento más eficaz para tratar el dolor.
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Dolor en el pezón interno, ¿cómo es?
Puede generarse por una infección ductal, si llegas a padecer un intenso y profundo dolor en la mama de repente luego de varias semanas dando pecho a tu bebé sin dolor, puede que estés afectada por una infección en los conductos lácteos. El dolor en el pezón puede estar acompañado del dolor por la infección ductal.
Sin embargo, existe una controversia sobre las causas de este tipo de infección. Ciertos expertos afirman que puede ser causada por una infección por hongo (Candida albicans), aunque otros piensan que el dolor se debe a una clase de bacteria (estreptococo o estafilococo).
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Infección ductal por mal agarre del pezón
Algunos síntomas pueden indicar que el problema se produce por el mal agarre del pezón:
- El dolor es peor en un pecho.
- Durante las tomas se produce el dolor.
- Todas las tomas incluyen dolor.
- Después de una toma tus pezones están comprimidos.
- El dolor es más intenso antes de las tomas o por las mañanas.
- Luego de las tomas los pezones son blancos.
- El bebé hunde sus mejillas y hace ruido al succionar la leche.
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Características de una infección ductal
No ocurre antes de la semana 6 si está relacionada con la candidiasis, el dolor puede estar causado por un mal agarre del pezón si el bebé no llega a las seis semanas. El dolor punzante en tu pecho, las molestias o un profundo ardor que se agrava luego de la toma, puede venir acompañado de un intenso dolor en la espalda o en el brazo.
No tienes malestar general o fiebre. Los síntomas pueden variar desde la induración y el enrojecimiento en la zona afectada. Tu pezón puede tener alta sensibilidad al tacto y puedes llegar a sentir cierta picazón. Luego de una toma el pezón no cambia su forma, costras o exudado purulento en el pezón de color miel, lo que puede ser una señal de infección por gérmenes. El pezón no tiene mejora, a pesar del agarre adecuado. Debido a que el bebé traslada la infección de un pecho al otro, se produce el dolor en ambos pezones durante cada toma.
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Diagnóstico y tratamiento de una infección ductal
Ese esencial asegurarse que el agarre y la posición son las adecuadas, antes de tratar y estudiar la probable infección ductal. Luego de excluir otras probables causas del dolor en el pezón, es posible considerar que tienes candidiasis y lo más recomendable en estos casos es tratarla con fluconazol (la dosis adecuada será la indicada por el médico según sea tu caso).
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¿Qué sucede durante la lactancia?, ¿por qué hay dolor?
Muchas madres primerizas suelen quejarse de dolor en el pezón, pensando que este representa un síntoma normal durante la lactancia y solamente deben soportarlo. Este es un pensamiento equivocado.
Puede que en la primera semana sea normal tener un poco de sensibilidad o dolor cuando el bebé comienza a tomar del pecho. Cuando el dolor se mantiene durante la toma o casi toda, este tipo de dolor es considerado anormal. Poco a poco puedes llegar a sentir el dolor, sobre todo si tomas analgésicos después del parto. También puede que estés bastante concentrada en darle de comer a tu bebé y piensas que el dolor pasará o te acostumbrarás rápidamente a la molestia.
Es importante que puedas identificar el dolor y en la primera señal de incomodidad lo mejor es que consultes a una asesora de lactancia. Ignorar la molestia puede generar sangrado y grietas en los pezones, además de incrementarse el dolor.
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Factores comunes por los que se produce el dolor de pezón en la lactancia
Existe un conjunto de factores que pueden aumentar el dolor en tus pezones, los cuales especificamos a continuación:
- Poco agarre del bebé: si tu bebé no agarra suficiente tejido del pezón en las primeras semanas de vida puedes tener un poco de dolor. Cuando esto se produce el bebé no succiona el tejido mamario, simplemente toma el pezón. Si notas un borde o una raya en medio del pezón cuando el bebé deja de succionar, esto quiere decir que requiere tomar una porción más amplia de tu areola.
- Molestia ocasionada por la utilización del extractor: tus pezones pueden salir lastimados si utilizas equivocadamente el extractor de leche. Es posible que sean más pequeñas que tus pezones las copas extractoras de leche. Si utilizas el nivel alto del extractor, eso puede causar dolor en tus pezones. Procura utilizarlo correctamente.
- Candidiasis o algodoncillo: si el bebé tiene candidiasis puede transferirla a tus pezones. Estos pueden verse rojizos, agrietados, puede que ardan un poco luego de las tomas, también las areolas se pueden ver afectadas.
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- El bebé tiene el frenillo corto: si tu bebé tiene el frenillo corto o la lengua atada, esto puede bloquear el movimiento adecuado de la lengua, entonces el bebé no puede sacar completamente la lengua para abarcar la zona inferior de la encía. Esto puede producir algunas complicaciones al alimentarlo. El problema puede solucionarse con una intervención quirúrgica menor.
- Ampolla de pezón y de leche: en cuanto a la ampolla de pezón puedes notar una ampolla ensangrentada o amarilla que ocasiona un fuerte dolor. La mala posición del bebé al tomar el pecho puede causar este tipo de ampollas; aunque el mal uso del extractor también puede ocasionar ampollas de pezón.
Las ampollas de leche se producen cuando una fina capa de piel se origina sobre un ducto de leche, trayendo como consecuencia el bloqueo del conducto. Como un punto amarillo o blanco se puede ver la ampolla en el pezón y causar dolor al tocar el pezón.
- Vasoespasmo: si sientes dolor luego de amamantar y observas palidez en tu pezón, regresando a su tonalidad normal inmediatamente, es probable que tengas en los vasos sanguíneos de la zona un espasmo. Esto quiere decir que no puede pasar la sangre debido a una contusión en el pezón, una infección o una compresión.
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Tratamientos para el dolor en el pezón
Cuando hay dolor en el pezón en pocas ocasiones se trata de algo serio, porque la mayoría de veces está relacionado con una inflamación corriente. El mejor tratamiento para este dolor es simplemente dejar que pase. De todas maneras puedes optar con algunas soluciones rápidas para aliviar el dolor en el pezón.
Utiliza latelilla
Esta telilla puedes encontrarla en la cáscara de un huevo, aplica la telilla de dos a tres veces diarias en los pezones.
Leche
Una excelente opción es utilizar la propia leche materna para hacerte un masaje en el pezón, de esta forma la irritación se cura rápidamente.
Papilla de consuelda
Si tienes grietas además de dolor en el pezón, puedes preparar una papilla de consuelda y colocarla en la zona afectada.
Manzanilla
Alivia el dolor en el pezón preparando en agua hervida con 2 cucharadas de manzanilla por 5 minutos, luego de enfriarse la mezcla con un poco de algodón aplícala sobre tus pezones.
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Vitamina E
Extrae el líquido de una cápsula de vitamina E y aplícalo sobre el pezón para darte un masaje.
Paño y agua tibia
Puedes utilizar un paño humedecido en agua tibia. Colócalo en los pezones por un lapso de 8 minutos. Repite esta operación tres veces al día hasta sentir que el dolor ha desaparecido. Si estás amamantando, aplica la toalla antes de amamantar al menos por diez minutos.
Aceite de oliva
Durante un minuto calienta una pequeña porción de aceite de oliva. Verifica que esté tibio con tus manos. Aplica el aceite de oliva en los pezones y comienza a masajearlos de forma circular en la punta y la areola. Esto debes hacerlo tres veces al día.
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Recomendaciones generales para el dolor en el pezón
Cuando nace tu bebé, ambos deben pasar por una etapa de adaptación donde el aprendizaje de la lactancia materna es un proceso que se va generando poco a poco durante la etapa de desarrollo de tu bebé. Como madre resulta un poco difícil entender el proceso de amamantar correcto, es por ello que te preocupa la buena alimentación durante estos primeros días y para eso requieren ambos un adecuado proceso de adaptación y aprendizaje. El desconocimiento puede llevarte a padecer de dolor en el pezón o en ambos, porque tu bebé no sabe cómo agarrarse bien, entonces rompe el pezón por la compresión de sus mandíbulas. Para calmar este dolor podemos aconsejarte que cambies el comienzo de toma entre un pecho y el otro, cambiando de postura. Además de tener en consideración las sugerencias a continuación:
- Evita el alcohol, jabones y algunos productos de ducha que puedan causar resequedad en tu piel. No es obligatorio que laves los pezones en cada toma.
- Si tienes grietas en los pezones, evita aplicarte cremas que necesites retirar antes de alimentar a tu bebé. La mejor opción es colocar tu propia leche en la areola y el pezón después de amamantar y dejarlos secar al aire.
- Las pezoneras elaboradas en silicona no son recomendables, debido a que el bebé puede confundirse al succionar, ya que actúan como un bloqueo para el estímulo adecuado en el pecho.
- En caso de persistir el dolor en los pezones, debes consultar inmediatamente un profesional para que pueda encontrar lo que causa el dolor: el médico valora la duración el dolor, cuando comienza y cuando termina, además de la relación del dolor con la alimentación del bebé. También estudiará tus pezones en búsqueda de grietas y observa la posición y amamantamiento de forma clínica. Tu bebé también será examinado para descartar otras posibles causas del dolor.
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