Viajar con los peques puede ser muy divertido, ¡pero si encima aprovecháis para aprender en familia es mucho mejor! En este artículo de Unisima os dejamos algunas ideas sencillas para integrar el aprendizaje haciendo turismo.
Los peques aprenden un montón viajando: lo hacen a través de ver cosas nuevas, hablar con gente distinta, aprender sobre cosas nuevas y practicar un montón de habilidades que les eran muy útiles a lo largo de la vida.
Si tenéis planificado un viaje con los peques, seguramente también os guste integrar nuevas formas de aprendizaje. A continuación os dejamos algunas ideas fáciles de llevar a cabo y que se pueden modificar según los intereses de los niños o el lugar que se va a visitar.
Packs de actividades
Seguramente la forma más sencilla es hacerse con packs de actividades del tipo de cositas para colorear, libros de crucigramas y sopas de letras, adivinanzas, etc.
Se pueden encontrar muchísimas actividades de este tipo online que se pueden imprimir antes del viaje para llevar a mano, ¡aunque todo depende de lo mucho o lo poco que os mareéis los padres o el chiquitín en el camino leyendo o haciendo cositas de este tipo!
Hacer un diario de viaje
Mantener un diario de viaje ayuda a los niños con las actividades motoras y la creatividad, además de ayudar a los padres a ver en qué se fija el peque haciendo turismo.
Se trata de una forma de colaborar con la memoria familiar que se puede retomar más adelante para recordar la experiencia y hacer memoria sobre lo que se ha aprendido. Si se usa el mismo diario para diferentes viajes se pueden observar también cómo se van desarrollando las habilidades de escritura y dibujo del niño.
Lectura para los niños en los viajes
Hay muchísimo material que se puede llevar como lectura, desde panfletos de los sitios que se visitan hasta revistas o libros. Déjaselos al peque para que les eche un vistazo y pueda explorar por sí mismo, de modo que además de brindarle oportunidades de lectura pueda aprender sobre el lugar al que se viaja.
Si el plan es quedaros durante un tiempo en la misma localización, podéis averiguar si hay alguna biblioteca y hacer uso de ella: seguramente encontraréis libros sobre el área en el que os encontráis, información sobre la fauna y flora y otro material que seguramente no esté disponible en otros sitios.
Escribir postales
Escribir postales es una forma divertida y fácil de integrar una clase de gramática o dibujo. Escribir a otra persona anima al peque a esforzarse por corregir su escritura y el uso del lenguaje, algo con lo que los padres podéis ayudar si necesita una guía o un apoyo.
Si dejáis que el peque escoja la postal, podéis fijaros en lo que más ha llamado su atención e incentivar su interés profundizando más sobre ese sujeto con alguna otra actividad.
Contar qué se ha aprendido durante el viaje
La vuelta a casa no es una excusa para dejar de lado el viaje… ¡Ahora hay que contar a los demás qué es lo que se ha aprendido! Se puede organizar un eventillo con los amigos del peque o los familiares en el que, sobre todo, se anime al peque a contar por sí mismo detalles sobre el viaje tomando como referencias el diario, fotos del viaje, objetos que se hayan adquirido haciendo turismo, etc.
Esto da la oportunidad al niño de afianzar el conocimiento adquirido, respondiendo preguntas y utilizando nuevo vocabulario que se haya aprendido.
¿Qué otras oportunidades de aprender o actividades a realizar se os ocurren para los viajes con los peques? ¡Comparte tus ideas!