Las mascarillas faciales pueden parecer un invento reciente en el mundo de las cosmética, pero nada más lejos de la realidad. Llevamos milenios utilizando las arcillas, el carbón y otros elementos naturales para cuidar nuestra piel, por una buena razón: funcionan.
El uso de una mascarilla facial es una gran manera de darle a tu cutis el mimo y el cuidado que necesita. Pero, ¿por dónde empezar? La selección de mascarillas es más grande que nunca antes, y están por todas partes. ¡Incluso hay cientos de recetas de mascarillas caseras!
Antes de que te entusiasmes con bonitos envases y mascarillas con forma de unicornio, mírate en el espejo y fíjate en lo que tu piel te está diciendo.
¿Cuál es tu tipo de piel y qué necesitas?
El tipo de piel (grasa, seca, sensible o combinada) y la edad son dos factores importantes a tener en cuenta al elegir una mascarilla facial.
La piel más joven y propensa al acné tendrá necesidades diferentes a las de la tez más madura y delicada. Las condiciones dermatológicas también pueden jugar un papel en el tipo que necesites usar.
¿Tienes una afección cutánea como la xerosis que hace que tu piel sea más sensible? Las máscaras de carbón o clarificantes son ideales para el acné. Los ingredientes calmantes como la avena y el aloe pueden aliviar la piel sensible o incluso quemada por el sol.
No te olvides de tener en cuenta la estación. Durante el invierno, por ejemplo, cuando pasas la mayor parte del tiempo en interiores y el aire es más seco, una mascarilla hidratante puede ser útil para todo tipo de piel.
El clima también es importante. La humedad del verano creará condiciones diferentes para tu piel que el clima seco del verano.
¿Cuáles son los diferentes tipos de mascarillas faciales?
Las máscaras faciales generalmente se dividen en 9 categorías diferentes:
- De sábana
- De arcilla
- En crema
- Peel-off
- En gel
- De carbón
- Para dormir
- Exfoliantes
- Splash
De sábana
Este tipo se originan de Corea del Sur, donde han sido un elemento básico de belleza durante muchos años. Al igual que otros productos populares de la k-beauty, han aterrizado en nuestro país hace pocos años, y ahora más marcas se han sumado a esta versión de tejido.
Tienen muchos beneficios: son fáciles de aplicar, no ensucian, y lo mejor de todo, son muy versátiles.
Los otros tipos están diseñadas para una necesidad específica de cuidado de la piel. Por ejemplo, las máscaras de arcilla son ideales para pieles grasas, pero no tan beneficiosas para las pieles secas. Las mascarillas en crema son un refuerzo de hidratación para las pieles secas, pero resultan demasiado pesadas para pieles grasas o propensas al acné.
Pero hay mascarillas de sábana diseñadas para cada tipo de piel. Algunas incluso ofrecen la posibilidad de tratar un área específica de la cara (ojos, nariz, labios) o el cuerpo.
Simplemente sácala del paquete, desplégala y colócala sobre la cara. Después de 15-20 minutos, retírala y aplica el suero sobrante sobre la piel.
Se pueden encontrar en un rango muy amplio de precio. El precio depende en gran medida del tejido con el que se hace la mascarilla y del tipo de ingredientes que incluye el suero.
De arcilla
Si estás buscando una forma de remineralizar y purificar tu piel, estas mascarillas son justo lo que necesitas. Llevan siglos usándose, y no pasan de moda porque realmente funcionan.
Equilibran los niveles de sebo y regulan la secreción de grasa en la superficie de la piel. Alisan y suavizan la superficie al eliminar todo el polvo, las impurezas y la suciedad acumulada en ella. También eliminan los puntos negros y resuelven los problemas de la zona T mientras trabajan para reafirmar la piel.
Pueden hacerse de varios tipos de arcillas, aunque las más habituales son el caolín y la bentonita. Ambos tipos tienen muchos beneficios.
Con una probada capacidad para absorber toxinas y eliminarlas de la piel sin resecar, las mascarillas de arcilla son ideales para pieles grasas propensas al acné. Sin embargo, si tienes la piel seca pueden resecar tu tez demasiado.
En crema
Las mascarillas en crema son ideales para pieles normales a secas porque proporcionan una gran hidratación y suavizan la piel. Hacen que la piel esté más sana, más rellena y más lisa.
Busca ingredientes como alfahidroxiácidos (ácido glicólico, ácido láctico, etc.), betahidroxiácidos, aceites esenciales y mantecas naturales, especialmente si no forman parte de tu rutina de cuidado de la piel.
Peel-Off
Estas máscaras son muy divertidas, y si no te gusta el lío de lavar la mascarilla de arcilla con agua, te encantará cómo éstas se retiran fácilmente.
Son ideales para las pieles con acné o para refinar los poros, aunque hay mascarillas peel-off para cada tipo de piel. Experimentarás una suave exfoliación cuando la retires, lo cual es ideal para aquellos cutis que lo necesiten.
En gel
Estas mascarillas dejan una sensación refrescante y calmante, y generalmente son las mejores para pieles secas, deshidratadas o sensibles, ya que son suaves, ligeras y se absorben rápidamente.
Generalmente están infundidas con colágeno y antioxidantes que ayudan a la piel a recuperarse, además de ingredientes muy hidratantes y refrescantes, como el pepino o el aloe vera, consiguiendo una rehidratación total de la piel.
De carbón
El carbón activo, al igual que la arcilla, hace un gran trabajo para eliminar las impurezas las toxinas del cutis, absorbiendo el exceso de sebo y tensando los poros.
Estas máscaras son especialmente útiles para pieles grasas y propensas al acné, aunque casi todo el mundo puede beneficiarse de una buena mascarilla de carbón de vez en cuando, solo asegúrate de que esté formulada para tu tipo de piel.
Hay una gran variedad para elegir: de sábana, en crema, peel-off, de arcilla…
Para dormir
No pienses en ellas como máscaras faciales; piensa que son humectantes especialmente espesos y lujosos para ayudar a restaurar tu piel mientras duermes.
Estas mascarillas sellan los tratamientos y serums para hacerlos aún más efectivos, por lo que deben usarse como parte de un régimen de cuidado de la piel durante la noche.
Aunque existen máscaras faciales nocturnas para la piel grasa, debido a que éstas son tan ricas, por lo general son las mejores para cualquier persona que experimente sequedad o que esté preocupada por las líneas finas y las arrugas.
Son perfectas para el invierno, cuando la piel se reseca y se siente más opaca y seca de lo habitual, pues proporciona una hidratación profunda.
Exfoliantes
Las mascarillas exfoliantes eliminan las células muertas de la piel y purgan la suciedad profunda de los poros utilizando hidroxiácidos (como el ácido glicólico y el láctico) y enzimas de frutas (generalmente de la papaya y la piña).
Además de ofrecer una exfoliación suave, estos productos exfoliantes también tienen propiedades naturales para aclarar la piel, lo que te dará ese brillo saludable, iluminado desde dentro que verás casi instantáneamente.
Consejo: Aunque algunas contienen ingredientes que alivian y calman la piel, no uses estas mascarillas más de una vez a la semana, pues son conocidas por resecar, así que recuerda hidratar la piel después.
Splash
Es lo último en el mundo de las mascarillas faciales. Se trata de tratamientos de solo 15 segundos que se salpican en la cara. Debido a que están tan concentradas, eso es todo lo que necesitas para ver resultados. Puedes aplicarla unas cuantas veces a la semana después de lavarte la cara.
¿La mejor? Descubre cuál nos ha gustado más en el artículo de las mejores mascarillas faciales.
Un último consejo final. Si estás probando una mascarilla por primera vez, haz una prueba de parche antes de ponértela por toda la cara. Usando un bastoncillo de algodón, coge una pequeña cantidad del producto y ponla en el borde de la línea de la mandíbula.
Espera unos minutos para ver si tienes alguna reacción. ¡No quieras descubrir que eres alérgico a alguna sustancia después de habértela quitado para descubrir que tienes toda la cara enrojecida e inflamada!