Del mismo modo que nuestro estilo de vida cambia, debemos modificar nuestra rutina facial diaria que seguimos cada día para el cuidado de la piel, este es un hecho innegable.
Así que, si llevas utilizando los mismos productos para el cuidado de la piel durante décadas, ha llegado el momento de ponerse las pilas y hacer un cambio.
Además, precisamente vamos a hablarte de las mejores rutinas para el cuidado de la piel a los 40 años, una etapa en la que nuestros tejidos se tornan especialmente complejos.
De paso, también queremos contarte en el siguiente enlace cuáles son los productos anti-edad para 40 años mejor valorados que puedes comenzar a introducir en tu rutina desde hoy mismo.
En esta etapa vital, como sucede en cada una de las etapas que vamos recorriendo a lo largo de nuestra vida, debemos reajustar los productos que utilizamos en nuestra rutina facial y comprender de una forma clara cuál son las prioridades y las necesidades que nuestra piel requiere en estos años.
En este sentido, durante estos años en los que nuestra tez empieza a recorrer el camino hacia la madurez es necesario enfocar bien los cuidados hacia la producción de colágeno y elastina: el par de proteínas que mantienen tu cutis liso y terso.
Esto es una necesidad, ya que la producción de ambos se ralentiza a partir de los 20 años, y ahora es justo el momento de estimularlos para evitar daños mayores en el futuro.
En este artículo vamos a desvelar todos los pasos que tienes que seguir para realizar una rutina de diez para el cuidado de tu piel en esta etapa, tan importante como las demás, porque… ¡una piel madura también puede lucir saludable y con un aspecto joven!.
Únicamente debemos conocer cuál es la rutina más apropiada, así que enseguida te damos más detalles.
¿Cómo podemos identificar las necesidades de nuestra piel en esta etapa?
Una vez que estamos inmersas/os en esta etapa no siempre sabemos distinguir cuando nuestros tejidos han pasado a una nueva fase.
Hay algunos signos de envejecimiento cutáneo que son más evidentes y visibles en esta etapa o fase, así que saber reconocerlos e identificarlos nos ayudará a mejorarlos y minimizarlos e incluso, dependiendo de estado, a eliminarlos.
Por lo tanto, debemos evaluar si los siguientes signos de envejecimiento cutáneo, son ya visibles en nuestra piel:
- Nuestra piel está más apagada, tiene menos volumen y está mas fina.
- El tono de nuestra dermis luce desigual, han aparecido algunas manchas irregulares, en tono oscuro.
- Hemos perdido de una forma drástica elasticidad y nuestro cutis está más flácido.
- Las líneas de expresión y las arrugas comienzan a marcarse más y estar más pronunciadas.
Pasos principales para una correcta rutina facial a partir de los 40 años
En los cuidados que debemos realizar en estos años, pasar a la acción cuenta más que nunca, por lo que seguir los pasos de la rutina que te comentamos a continuación será de vital urgencia e importancia para mantener a raya estos signos de envejecimiento.
¡Sigue uno a uno los pasos de te comentamos!.
1. Realiza una limpieza facial completa dos veces al día
Al limpiar nuestra piel, lo último que queremos es eliminar los aceites naturales que produce, y que la ayudan a mantenerse suave y nutrida.
Por lo tanto, es esencial utilizar un limpiador facial suave y apropiado para nuestro tipo de piel para que pueda eliminar cualquier suciedad y residuo que pueda haberse acumulado durante la noche.
Y si tu piel está muy seca, utiliza una fórmula en crema o una leche limpiadora sin aclarado que proporcione toda la hidratación que tu piel necesita.
Como todos los productos para el cuidado de la piel, lo que se utiliza depende de las necesidades de la tez. Pero generalmente a medida que envejecemos, la piel se vuelve más sensible y seca.
También será una acertada idea en esta etapa realizar una doble limpieza facial, donde incluiremos en primer lugar un aceite que sea no comedogénico, es decir que no obstruya los poros y a continuación, finalizar el proceso incluyendo agua micelar.
De este modo la piel quedará limpia e hidratada, dos aspectos esenciales siempre, a cualquier edad, pero como ya sabemos con especial atención en estos años.
Si prefieres utilizar opciones que sean refrescantes y a la vez aporten hidratación puedes añadir en este primer paso una solución micelar que sea de calidad.
2. Evita las exfoliaciones agresivas
Ya que a partir de esta edad la piel se torna más delgada, se deben evitar los exfoliantes abrasivos, ya que puedes acabar adelgazando aún más la piel y causando sensibilidad, lo cual es extremadamente difícil de revertir.
Pero una exfoliación regular dos veces por semana puede estimular la circulación y transportar más oxígeno y nutrientes a la piel, lo que resulta en un aumento del resplandor y el brillo.
Si no quieres exfoliarte la piel con un exfoliante mecánico, hazlo con uno enzimático o a base de alfahidroxiácidos, más respetuosos y formulados en su totalidad con componentes naturales a base de frutas. También tengo una lista con algunas de las opciones más interesantes.
3. Incluye un sérum específico
Tu piel brilla más cuando los niveles de estrógeno son altos, así que, en esta etapa, cuando los niveles de esta hormona comienzan a disminuir, la luminosidad del cutis disminuirá de forma natural.
Además, la piel produce menos sebo, lo que la expone a los agresores ambientales, como los rayos solares o la contaminación. Por lo que es necesario añadir un sérum rico en antioxidantes al cuidado de la piel para ayudar a combatir los radicales libres que se van generar durante el día.
Busca sérums ricos en péptidos estimulantes del colágeno, que actúan como bloques de construcción para la formación de nuevo colágeno y estimulan la actividad de los fibroblastos.
Los cofactores como la vitamina C y el cobre también ayudarán al proceso de formación de colágeno y harán que la piel recuperé su brillo natural. Pero no los uses juntos, ya que el cobre y la vitamina C se desactivan mutuamente.
Cuando compres sueros activos, si quiere resultados reales, asegúrate de que tienen el peso molecular y el nivel de PH correctos para tu piel. Aquí tienes una selección de los sueros más adecuados a partir de los 40 años.
Por otro lado, la producción natural de ácido hialurónico es ahora la mitad de lo que era cuando tenías 20 años, así que trata de agregar este ingrediente en un sérum en tu rutina diaria, para obtener una inyección extra de hidratación.
Con la capacidad de retener hasta 1.000 veces su peso en agua, el ácido hialurónico es uno de los componentes básicos de una piel sana.
Puedes complementar dos serums utilizándolos días alternos para cubrir las necesidades de tu piel, o bien elegir un serum que incluya varios de los componentes que te hemos mencionado para tener un tratamiento 2 en 1.
Sérum con retinol, ¿sí o no?
El retinol es un ingrediente maravilloso cuando se trata de antienvejecimiento, pero también puede exacerbar nuevos problemas en la piel si no lo utilizamos de la forma apropiada, así que antes de utilizarlo debemos ser muy precavidas/os y seguir de forma exhaustiva las siguientes recomendaciones.
Dependiendo de si lo has usado o no, la piel tiene que desarrollar una tolerancia al retinol (no es lo mismo que el ácido retinoico), y es importante comenzar poco a poco.
Así que empieza con un porcentaje de 0,3 y úsalo sólo una o dos veces a la semana. Puede pasar a 0,5 y luego hasta el 1% cuando tu piel esté lista, pero no en el primer uso.
No te olvides del protector solar diario, mantente alejada de los ácidos, y tómate un poco más tiempo para hidratar y cuidar tu piel.
Notarás que tu piel se vuelve un poco más seca después de su uso, así que asegúrate de que tu cutis esté realmente hidratado antes de usarlo. Una vez que hayas extendido tu sérum, es el momento de aplicar el contorno de ojos.
4. Utiliza una crema facial acorde a tus necesidades
Con el sérum, nuestra piel está llena de activos funcionales que le aportarán la mayoría de los beneficios, así que ahora es el momento de aportar todos beneficios de una buena hidratación facial necesaria para sellar todas esas propiedades y activos.
Una buena crema facial debe tener ingredientes emolientes, hidratantes y humectantes, como por ejemplo, ácido hialurónico o glicerina.
Elige una crema que esté llena de nutrientes e hidratantes para la piel, que estimulen la reparación celular y retrasen la senescencia (la pérdida de la capacidad de una célula para dividirse y crecer).
Para reducir la pérdida de colágeno, la pérdida de elastina y la flacidez, conviene incluir también colágeno en la fórmula.
Aplícala siempre antes del protector solar para nutrir y suavizar la piel. Si quieres conocer algunas opciones de productos con colágeno, visita el enlace.
5. ¡No te olvides nunca del protector solar!
Uno de los mayores factores de envejecimiento de nuestra piel son los rayos UV, y un protector solar es algo que se debe usar todos los días, aunque no veas el sol brillar.
Asegúrate que sea de amplio espectro, y su SPF sea 30 o superior. Repite su aplicación cada dos horas si estás al aire libre, especialmente en los meses de verano.
6. Completa tu rutina realizando un masaje facial anti-edad
A los 40, el sistema linfático comenzará a desacelerarse. Y como el sistema linfático es el responsable de deshacerse de las toxinas, puedes notar más hinchazón alrededor de los ojos y las mejillas.
Así que trata de masajear tu piel cada noche, como el último paso antes de dormir. Utiliza las yemas de los dedos para hacer un suave masaje y mejorar la circulación sanguínea de la piel.
7. Aumenta el consumo de agua y sigue un estilo de vida saludable
Estas recomendaciones no son específicas de esta etapa, ya que como bien sabrás se trata de dos consejos que habrás escuchado siempre, a lo largo de tu vida.
Beber agua y tener una dieta saludable son dos pilares esenciales en cualquier rutina facial, sin embargo nos gustaría incluir algunas opciones de más que también son importantes.
Las opciones de un estilo de vida saludable incluyen:
- Beber mucha agua, dos litros como mínimo.
- Dormir 8 horas.
- Llevar dieta saludable con muchos alimentos integrales y baja en azúcar, repleta de superalimentos para la piel.
- Hacer ejercicio regularmente.
Tener en cuenta estas recomendaciones ayudará a mejorar el proceso de regeneración de la piel y retrasar el envejecimiento celular prematuro.
8. Combina tu rutina beauty con tratamientos estéticos (opcional)
Tal y como indicamos este séptimo paso, por supuesto, se trata de un paso opcional, pero igualmente como se trata de una opción a la que puedes recurrir, consideramos que no está de más aportarte algo de información.
Uno de los tratamientos estéticos más demandados en esta etapa son las infiltraciones de colágeno o ácido hialurónico, ya que ayudan de una forma considerable a mejorar el tono de la piel, aclarar las manchas y conseguir una mayor elasticidad.
Otro de los tratamientos que más se demanda es la radiofrecuencia, ya que consigue estimular la producción de elastina y colágeno. ¡Tú decides!.
Finalmente, si te estás preguntando desde hace un tiempo si la edad influye en lo que se considera una tez madura, la respuesta que podemos darte es sí y no.
Se trata de una situación algo compleja, ya que en esto de la edad confluyen diferentes factores, pero también influyen directamente los cuidados que hemos ido realizando previamente años anteriores, los pasos previos que hemos ido recorriendo.
Si desde los 20 años has ido cuidando tu tez de una forma escrupulosa y medida será muy probable que llegues a esta etapa luciendo un aspecto más saludables y por lo tanto más cuidado.
Además de estos cuidados, claro está, también influye nuestro estilo de vida y será igualmente determinante nuestra genética.
Lo que sí tenemos claro es que seguir esta rutina facial que te hemos mostrado para llevar a cabo a partir de los 40 años será la mejor forma de prevenir que los signos de la edad en los próximos años sean más o menos visibles, porque como ya sabes en esto del cuidado facial, ¡siempre es mejor prevenir que curar!.