¿Llevas toda tu vida intentando combatir la oleosidad y los brillos en tu rostro?, ¡no estás sola/o!, somos muchas y muchos los que a menudo lidiamos con este tipo de piel, que por cierto, aunque ahora mismo lo veas todo algo turbio, las pieles grasas también tienen sus ventajas.
Una de las grandes ventajas, frente a otros tipos de pieles es que consigue permanecer con un aspecto joven durante un mayor tiempo, ya que el sebo consigue retener la elasticidad, aportando una mayor resistencia ante la formación de arrugas; además, este tipo de tejidos, debido a esta capa protectora que forma el exceso de sebo, combate mejor los efectos nocivos del sol.
En la actualidad, en el mercado, hay una gran cantidad de cosméticos para lidiar con este tipo de dermis, incluso, algo que hace unos años parecía impensable, como el uso de una buena crema hidratante facial.
Aun sí, debemos ser muy cautas/os con los cosméticos que utilizamos ya que a la larga pueden afectar al estado de la piel. Uno de los principales riesgos a los que nos enfrentamos es que los niveles de grasa se descontrolen y por lo tanto también quede afectado el equilibrio natural de nuestra tez.
Tras esta breve introducción queremos tranquilizarte, porque sabemos que estás deseando conocer cómo cuidar la piel grasa, así que enseguida te contamos las mejores pautas, consejos y tratamientos que puedes seguir en tu rutina diaria.
¡Así comenzarás a ver las ventajas de este tipo de tejidos y no solo los problemas!.
¿Cómo es la piel grasa?
Un rostro con tendencia a la producción excesiva de sebo se ve con una textura untuosa, brillos y poros dilatados por todo el cutis.
No debemos confundir la dermis mixta (solo tiene estas características en la zona T) con un rostro graso que es igual en todas las zonas.
Además suele tener un tacto rugoso e incluso verse con distintos tonos, todo ello provocado por el desequilibrio.
También tienen tendencia a tener imperfecciones visibles como los puntos negros o incluso acné.
¿Qué causa el exceso de sebo?
Una piel grasa puede estar provocada por diferentes factores que impactan sobre la piel y que terminan pasando factura, como el exceso de sebo y otras imperfecciones.
Algunas causas más comunes son las siguientes:
- Cambios hormonales: Nuestro cuerpo esta constantemente en cambio hormonal, aunque hay etapas en los que esos cambios se acentúan aún más como por ejemplo la adolescencia, el embarazo o la menopausia. Esto influye en cambios en la producción de grasa y puede ser un determinante en este caso.
- Alimentación: Lo que comemos se refleja en nuestra piel, por lo tanto si nos alimentamos de comidas procesadas, grasas trans, carbohidratos procesados, azúcares y leche de origen animal. En este caso tendríamos que hacer un cambio en nuestra alimentación y llenarla de verduras, frutas y alimentos naturales.
- Exceso de limpieza: Cuando notamos que nuestra dermis está más grasa de lo normal solemos caer en el error de limpiarla en exceso y esto es contraproducente, es por ello que debéis prestar atención en el apartado donde os hablo de la limpieza correcta en estos casos.
- Uso de cosméticos inadecuados: Debemos ser muy conscientes del tipo de piel que tenemos para saber que productos elegir para cuidar de la piel de forma correcta. Siempre elegir cosméticos no-comedogénicos y libres de aceites.
- Genética: Hay veces que lo hacemos todo bien y seguimos teniendo el mismo problema, en este caso estaría ante un caso de genética, pero no pasa nada, hoy en día existen miles de tratamientos diarios para tratar este tipo de piel.
- Medicamentos: Determinados tratamientos médicos también pueden ser los precursores de la producción de exceso de sebo en el rostro.
Sabiendo estas causas, vamos a ver cómo hacer una buena rutina de cuidado facial para el exceso de sebo.
Rutina facial de la piel grasa
Una de las características más evidentes de este tipo de tejido es que suelen tener un aspecto más grueso, húmedo, poroso y brillante, debido al exceso de sebo que les acompaña.
Una de las principales razones de que este tipo de piel cuente con estas características es la herencia genética, sin embargo, otros factores pueden contribuir al aumento de la actividad de las glándulas sebáceas: cambios hormonales, el exceso de sol, las variaciones climáticas, el estrés y la nutrición inadecuada.
Por lo tanto, tenemos que tener muy claro que estos cuidados faciales que te vamos a mostrar, siempre deben ir acompañados de otras preocupaciones, así conseguiremos tratarla de la mejor forma posible y realizar, por lo tanto, un cuidado más completo.
Los puntos más importantes a la hora de enfrentarnos a la rutina facial diaria de una piel grasa, son los siguientes:
Limpia la piel (al menos) dos veces al día
Debemos limpiar de una forma correcta nuestra tez al menos 2 veces al día. Cuando mencionamos esto de correcta, nos referimos a que tanto los productos que utilizamos como la temperatura del agua se encuentren en sintonía.
Lávala con agua fría o caliente con jabones específicos. El exceso de aceite sobre la superficie de la piel atrae a una gran cantidad de suciedad y el polvo del medio ambiente, por lo que los poros por lo general tienen un color más oscuro.
Otro factor que puede ayudaros es utilizar un gel que no tenga químicos, como el de Dalire que no tiene entre sus ingredientes ni parabenos ni siliconas, ¡te ayudará a tener una piel totalmente limpia y sana!.
También puedes optar por realizar una doble limpieza y finalizar el proceso refrescando tu piel con agua micelar, te ayudará a retirar por completo los excesos de sebo y mantener tus tejidos en equilibrio, con los poros menos dilatados y sin suciedad a la vista.
Exfolia 1 o 2 veces a la semana
En todos los tipos de pieles es importante este asunto, la exfoliación, ya que es un proceso esencial para eliminar las células muertas en la piel y liberarla de las toxinas.
Sin embargo, en este caso será imprescindible, para mantener controlada la formación de sebo realizar este paso 1 o 2 veces por semana, aplicándote un gel limpiador exfoliante que contenga ingredientes y cualidades específicas para ello.
Este procedimiento, además de eliminar las células muertas, también retira el sebo y residuos de suciedad acumulada en la piel, dando paso a una piel más limpia, preparada para recibir los tratamientos posteriores.
Tienes varias opciones, porque además de utilizar productos cosméticos, puedes optar por otro tipo de alternativas caseras, ya que sin saberlo en casa contamos con muchos ingredientes que puede funcionar como gránulos exfoliantes, tal y como le sucede al azúcar. También puedes acudir a un centro especializado y realizar una exfoliación guiada por un profesional.
Otra opción: Mascarillas de arcilla caseras
Otra forma de exfoliar la piel es mediante el uso de mascarillas de arcilla caseras. Debemos aplicarlas únicamente una vez por semana para realizar una limpieza más a fondo de la suciedad y la grasa de los poros y absorber el exceso de aceite. También conseguiremos disminuir el tamaño de los poros gracias a la limpieza que ofrecen.
Tónico facial: Calma y refresca
Una vez que finalizamos la limpieza del rostro o tras el proceso de exfoliar, la piel aún permanece en un estado estresado, con los poros bastante dilatados, por lo que debemos preocuparnos por recuperar de nuevo un tono liso, más unificado.
Para lograr la calma de nuevo, existe un producto destinado a ello, el cual a veces pasa un poco desapercibido; nos referimos a los tónicos faciales. Este completo ayuda a potenciar la calma y aportar una agradable sensación refrescante una vez que hemos eliminado las impurezas.
Los productos limpiadores son ligeramente alcalinos, por lo tanto, la loción tónica ayuda a equilibrar el pH de la piel. Además, a modo de consejos, esta loción debe tener bajo contenido de alcohol, se sabe que el alcohol es un excelente astringente, pero tan pronto como se disuelve el exceso de sebo, reaparece.
Hidratación: Texturas ligeras
¿Quién dijo que este tipo de piel no necesita hidratación?, esto es un extendido y tremendo error, porque, al igual que otros tipos de pieles, los tejidos grasos también necesitan nutrirse a diario y recibir la cantidad de agua y humedad necesaria.
Eso sí, para hidratar bien la piel debemos seguir algunas pautas entre ellas, decantarse siempre por cremas hidratantes no grasas y que no causen la obstrucción de los poros de la piel.
En cuanto a su textura, también debemos tener en cuenta algunos aspectos porque será preferible las texturas en formato gel, líquido, loción o suero, preferentemente sin aceite en su composición.
Por supuesto, existen ingredientes más afines que otros como sucede por ejemplo con el aloe vera, ideal para aportar nutrición sin engrasar y calmar los tejidos más sensibilizados o alterados.
Os dejo por aquí un artículo muy interesante sobre las pieles mixtas que a su vez están deshidratadas, aprenderá a tratarlas con la mayor eficacia.
Protector solar
Se trata de uno de los pasos indispensables en cualquier rutina facial, porque de nada servirá tratar la piel con los cosméticos apropiados si luego no la protegemos, finalmente, de los rayos del sol.
Es necesario utilizar una crema protectora SPF 50 + que además de contener filtros anti-UVA/UVB en su composición, sea oil free y totalmente libre de comedones, para evitar que los poros se saturen y por lo tanto, se obstruyan. Además de protegernos contra el daño solar, el uso de un protector solar también ayudará a ralentizar el envejecimiento facial.
Base de maquillaje: Libre de aceites
Como último paso, de una forma opcional, antes de aplicar maquillaje, es extremadamente importante que la piel esté limpia y tonificada. Utiliza una base facial libre de aceite y un polvo para minimizar el brillo excesivo, pero cuidado de no usar demasiado maquillaje, ya que esto puede dejar la piel aún más grasa y obstruir los poros.
El uso de polvo de maquillaje o maquillaje mineral es muy común para mejorar el brillo producido por el sebo. Una vez que tienes incorporado el hábito de limpiar adecuadamente la piel con una espuma de limpieza y una loción astringente, puedes utilizar este tipo de maquillaje sin temor.
Busca productos de maquillaje que estén diseñados para este tipo de piel, es decir, que no estimulen la producción de sebo. También pregunta por las opciones que contengan el llamado efecto mate, ya que aportan un aspecto más seco, menos brillante y húmedo.
¡No te olvides de las prebases!
Las prebases de maquillaje facial mejoran la apariencia de los poros de las pieles mixtas a grasas. Reduce las imperfecciones de la piel cuando se usa antes del maquillaje y proporciona una textura aterciopelada y un acabado perfecto.
Prolonga el efecto del maquillaje y absorbe las secreciones naturales, formando una película protectora y de mantenimiento de la humedad, dando lugar a un efecto hidratante.
Consejos para cuidar la piel grasa cada día
Junto con los cuidados faciales que hemos añadido anteriormente, ya comentamos al inicio del texto que debemos ser a la par, rigurosos con otros aspectos, ya que comparten importancia.
Controlar el exceso de brillo en la piel no siempre es una tarea que pueda resultar fácil, por ello, junto con los cuidados que hemos mencionado anteriormente también es esencial que sigamos una seria de recomendaciones o consejos que nos ayudarán definitivamente en nuestra rutina.
¡Dí adiós a los brillos y a la piel grasienta!. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas conocer para proteger la piel contra el exceso de oleosidad y por lo tanto controlar las espinillas y evitar que los brillos de tu rostro, sean los protagonistas.
1. Regula la temperatura del agua
El primer cuidado es regular la temperatura del agua, ya que si es muy caliente, elimina los aceites naturales de tu piel, estimulando el cuerpo para producir más sebo; resultado: exceso de grasa, elige como preferencia el agua fría.
La elección del jabón también es importante: utiliza productos específicos para la cara, que además no dañan la piel de esta región. Algunas marcas incluso tienen opciones específicas para cada tipo de piel.
2. Limpiar la piel fuera de casa
Cuando no estés en casa y los brillos aparezcan, utiliza toallitas anti-brillos, kleenex o discos de algodón, ya que serán efectivos para absorber y empapar el sebo y evitar los incómodos y antiestéticos brillos.
3. Protege tu piel de los radicales libres
Los contaminantes facilitan la inflamación de la piel, causando problemas como el acné. Recuerda que el exceso de grasa en sí ya tiene esta propiedad, así como la contaminación, de forma individual, por lo tanto, la adición de los dos ocasiona una mayor inflamación de los tejidos, algo que debemos evitar a toda costa.
Utiliza todos los días protectores solares que te ayuden a controlar los impactos que estos agentes externos tienen en nuestra piel. Evita que la sensibilidad se apodere de tu rostro.
4. ¡Retira el cabello del rostro!
El exceso de grasa del cabello y cuero cabelludo puede terminar empapando nuestro rostro si el cabello está en contacto constante con la piel. Evita cortes que dejen el cabello en contacto con la cara, como por ejemplo los cortes de pelo que incluyan flequillo; si es necesario, mantenlo recogido puntualmente.
5. Evita tocar tu rostro de una forma constante
Si tienes esta pequeña manía, aunque notes que tu rostro está repleto de brillos, lo último a lo que debes recurrir es a tocar constantemente tu piel con las manos. Este gesto, únicamente, ensuciará aún más tu piel.
6. Bebe dos litros de agua
Como muchas de las recomendaciones de este post, este consejo también se aplicar a distintos tipos de piel, porque la hidratación de la piel no solo se realiza de una forma externa, ya que también debemos cuidarla internamente.
Si quieres eliminar restos de sebo, impurezas y toxinas y por lo tanto, tener una piel radiante, entonces no te olvides de beber cada día unos dos litros de agua, ¡notarás las mejorías!.
7. Evita el uso de aire acondicionado
Cuando el calor aprieta, es difícil no sucumbir al uso del aire acondicionado. Sin embargo, ya habrás experimentado que estos aparatos aumentan los niveles de sequedad tanto en el ambiente con en nuestra piel, favoreciendo por lo tanto su deshidratación.
Debido a esta deshidratación, una de las primeras reacciones de nuestra piel, de una forma natural, es aumentar los niveles de aceite para contrarrestar esa pérdida de agua.
En la medida de lo posible evita el uso de aire acondicionado y si es totalmente necesario su uso, entonces no olvides de mantener bien hidratada tu piel.
8. Cuida tu dieta
Se trata de un consejo que debemos aplicar de una forma general al cuidado de la piel, indistintamente de cómo sea nuestro tipo de dermis, aunque en este caso, los que contamos con una piel grasa debemos vigilar aun más el consumo de ciertos alimentos.
Se aconseja evitar consumir fritos o rebozados, así como alimentos que sean muy grasientos; apuesta por una alimentación que esté enriquecida por todas las propiedades y beneficios que aportan los vegetales, las hortalizas y las frutas. En definitiva, preocúpate por llevar un estilo de vida saludable.
Recurre a tratamientos estéticos
Uno de los principales problemas de la tez oleosa son los poros agrandados, afectan la uniformidad de la piel y dan un aspecto brillante a la cara. Las glándulas sebáceas producen más sebo, que sale de los poros, por esto, los poros se hacen más grandes, ya que no pueden deshacerse del exceso de secreción.
Además de los poros, la untuosidad causada por la producción excesiva de sebo por las glándulas sebáceas también contribuye a la formación de acné y puntos negros.
Para controlar la apariencia de los poros ya hemos visto que resultará efectivo realizar una o dos veces una exfoliación semanal, pero en muchas ocasiones, esto no será suficiente y debemos recurrir al uso de otro tipo de tratamientos, más especializados.
Los tratamientos mejor valorados para minimizar el aspecto de los poros, son los siguientes:
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Microdermoabrasión
La microdermoabrasión, se trata de la exfoliación más extrema, cuando los poros son un problema constante. La piel se vuelve más suave, los poros se reducen y algunas arrugas y manchas secas son eliminadas. Por esta razón, es una buena elección para las personas con piel madura y problemas de poros dilatados.
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Láser
Antes de decantarte por esta opción, debes saber que su coste es medio-alto. Sin embargo, en lo que se refiere a resultados, los tratamientos mediante el uso de láser son bastante duraderos y muy efectivos.
Debes realizar este tipo de tratamiento en un centro especializado guiado siempre por un especialista; el procedimiento consiste en un haz de luz enfocado directamente sobre la piel, que nos ayuda a mejorar su apariencia. Si eliges este método, evita la exposición al sol para no dañar la piel.
Estos son los pasos y consejos para cuidar la piel grasa que debes tener en cuenta si quieres que tu piel esté radiante y con un aspecto saludable y sobre todo…¡con los brillos y el sebo bajo control!.