Antes de entrar en la treintena, empezaron a aparecer manchas oscuras en mi frente y encima de mi labio superior.
Al principio, pensé que eran sólo los efectos secundarios de mi juventud pasada tomando el sol. Pero después de una visita al dermatólogo, me enteré de que estas manchas oscuras están realmente asociadas con una condición de la piel llamada melasma.
¿Te suela familiar? Pues sigue leyendo, porque en este post te voy a contar todo sobre mi experiencia con el melasma.
¿Qué es el melasma?
El melasma (también llamado cloasma o máscara del embarazo), es un cambio en la hiperpigmentación de la piel que aparece como manchas marrones en la cara.
Suelen ser simétricas, es decir, que las manchas aparecen a ambos lados del rostro, especialmente en las mejillas, el puente de la nariz, la frente y el labio superior (también llamado bigote). En raros casos puede afectar a los antebrazos.
Esta condición de la piel es muy habitual, particularmente en aquellas personas que tienen la tez morena.
Pero aunque puede ser bastante frustrante y angustioso -e incluso puede causar un impacto negativo en la calidad de vida-, no es peligrosa para la salud, y no está asociado con ninguna enfermedad interna o un mal funcionamiento de los órganos.
El problema es que puede ser difícil de tratar, así que lo mejor es prevenirlo minimizando los desencadenantes.
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¿A quién afecta?
Las manchas se desarrollan especialmente en personas con piel oscura, y el 90% de los casos son mujeres. Así que si eres mujer, tienes la piel morena, y vives en una zona de mucho sol, tienes muchas probabilidades de tener melasma.
Por eso suele empeorar en verano.
De hecho, hay muchas de famosas que sufren melasma, aunque con el maquillaje apenas es perceptible.
¿Qué lo causa?
Aunque se desconoce la causa exacta de su formación, se sabe que pueden intervenir muchos factores diferentes.
Entre ellos se encuentran la genética, la exposición al sol y los cambios hormonales (por ejemplo, el uso de la píldora anticonceptiva, la menopausia, o el embarazo).
La radiación ultravioleta y el calor causan inflamación en la piel. Esta inflamación estimula a los melanocitos -las células que producen el pigmento- para que produzcan más melanina -el pigmento-. Y esto resultará en melasma para aquellas personas con predisposición genética.
Los melanocitos son particularmente activos en aquellas pieles oscuras o negras. Incluso pequeñas cantidades de exposición a la luz, como cuando conducimos o caminamos de un aparcamiento a una tienda puede causar daño, lo que explicaría su gran prevalencia.
Estudios recientes han demostrado que las anomalías de los vasos sanguíneos dentro de las manchas del melasma también pueden contribuir a la pigmentación excesiva.
La irritación y las pequeñas heridas de la piel también pueden desarrollar una coloración marrón al curarse. La irritación también puede empeorar el oscurecimiento.
¿Cómo sé si tengo melasma?
Debido a su aspecto característico, el melasma puede ser fácilmente diagnosticado por un dermatólogo mediante un examen de la piel.
Aparece en forma de parches de pigmentación marrón claro, medio o incluso marrón oscuro, sobre todo en la zona de la frente y del labio superior, que se ven a simple vista.
El dermatólogo también puede utilizar una lámpara de luz ultravioleta para determinar la ubicación del pigmento.
También se puede tomar una pequeña muestra de piel -biopsia- para confirmar el diagnóstico y excluir otras causas de aumento de la pigmentación.
El exceso de melanina puede estar localizado en las capas superficiales de la piel -melasma epidérmico-, en las capas más profundas de la piel -melasma dérmico- o en ambas capas de la piel -melasma mixto-.
Los mejores tratamientos para el melasma
No te voy a engañar, el melasma es difícil de tratar. Pero en la mayoría de los casos se puede eliminar o, en el peor de los casos, difuminar su tono.
Hay varios tratamientos disponibles para las manchas, pero ninguno funciona para todas las personas.
Mientras que algunos sufren de esta condición solo por unas semanas o meses, muchos lo tienen por años o décadas.
El melasma asociado al embarazo suele eliminarse en unos pocos meses, después del parto, aunque las mujeres que viven en climas soleados pueden tener una persistencia de la pigmentación durante varios años.
Y si hay factores hormonales implicados, debe suspenderse el uso de la píldora anticonceptiva oral o de los dispositivos intrauterinos.
1. Protección solar
Debido a que el sol y la iluminación natural son las principales causas del melasma, el uso del protector solar es realmente importante en cualquier plan de tratamiento, y por supuesto, también para la prevención.
Es esencial usar una protección solar de amplio espectro con un SPF 30+ o superior que proteja contra los rayos UVA y UVB de la luz ultravioleta para así poder reducir la inflamación dérmica.
Y si ya tienes pigmentación, puede que desees utilizar un protector solar que tenga óxido de zinc específicamente, ya que se ha demostrado que tiene un efecto calmante, lo cual es particularmente útil para la afección.
El protector solar debe aplicarse dos veces al día, 30 minutos antes de la exposición al sol. Y los filtros físicos, como el óxido de zinc y el óxido de titanio se pueden poner encima del protector solar químico para bloquear la luz aún más.
Si sales a la calle también es recomendable que utilices un sombrero o gorra de ala ancha y que lleves gafas de sol para minimizar el impacto de los rayos.
El uso a diario de protectores solares es importante, ya que incluso pequeñas dosis de luz pueden empeorar el oscurecimiento.
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2. Cremas despigmentantes
Aunque hay muchas cremas antimanchas disponibles para el tratamiento del melasma, sus agentes no «blanquean» la piel destruyendo los melanocitos, sino que reducen su actividad.
Hidroquinona
La hidroquinona es el agente despigmentante más utilizado y está disponible en bajas concentraciones sin receta (ya sea en una formulación independiente o mezclada con otros ingredientes activos) y en altas concentraciones a través de la prescripción de un médico o dermatólogo.
Es muy efectivo, y en unos 3-6 meses podrás ver sus buenos resultados; sin embargo, tiene algunos efectos secundarios, pues cuanto mayor sea la concentración de hidroquinona, mayor será la incidencia de la dermatitis irritante -eccema-.
Por lo tanto, la hidroquinona debe utilizarse durante períodos de tiempo limitados bajo la supervisión de su dermatólogo.
Las cremas que combinan tretinoína, esteroides, o ácido glicólico, junto con la hidroquinona, aumentan su efecto despigmentante.
También se puede reducir la apariencia de las manchas con productos que contienen ingredientes blanqueadores como el ácido kójico, el ácido ascórbico -vitamina C-, la arbutina y el extracto de regaliz.
Arbutina
La arbutina, en concreto, es particularmente efectiva, pues bloquea la activación de la enzima tirosinasa, la encargada de producir melanina. Así que es perfecto para que no se agrande la mancha y prevenirla en primer lugar.
Además, es totalmente natural (proviene de las hojas de una variedad de plantas, incluidos los perales y la planta de gayuba) y no tiene efectos secundarios destacables.
El ingrediente es una adición común a muchos sueros iluminadores, así que búscalo en la etiqueta.
Ácido azeláico
Este ácido subestimado ayuda a tratar el melasma de dos maneras. En primer lugar, es un exfoliante químico muy suave, por lo que es ideal para igualar el tono y la textura del cutis.
Pero, a diferencia de otros ácidos, este también puede combatir la hiperpigmentación al inhibir la tirosinasa, al igual que la arbutina.
3. Peelings químicos con AHA
Las exfoliaciones químicas tienen un moderado éxito en el tratamiento del melasma. Además, se requieren múltiples sesiones para lograr buenos resultados.
La mejor manera de usarlos es en combinación con cremas tópicas. Los peelings superficiales son preferibles a los peelings medios o profundos.
Los tipos de exfoliaciones utilizadas incluyen:
- Peelings con ácido glicólico -la exfoliación más utilizada-
- Exfoliaciones de ácido láctico -más suave-
- Con ácido tricolacético de baja resistencia
- O con Retinoides
No deben utilizarse exfoliaciones químicas medias o profundas para tratar este problema debido a la alta incidencia de complicaciones.
4. Tratamientos con láser y luz pulsada
Los tratamientos basados en el láser y la luz pulsada sólo deben utilizarse en casos graves en los que las terapias que he mencionado anteriormente no sean eficaces.
¿Por qué? El riesgo de complicaciones es alto y por lo tanto se realiza inicialmente un pequeño tratamiento de prueba para asegurar que el pigmento no reaccione al oscurecerse.
Es necesario realizar varias sesiones para ver una mejora notable. Sólo se deben utilizar ciertos láseres y éstos deben ser utilizados con mucho cuidado, bajo la dirección de un dermatólogo.
- El láser Q Switch Nd Yag de 1064 nm, en configuraciones de baja potencia es, hasta la fecha, el tratamiento láser más prometedor para las manchas. Pero se requieren varias sesiones durante muchos meses para ver mejoras.
- El tratamiento con láser vascular puede utilizarse para tratar el melasma si tiene un componente rojo -subtipo de melasma eritrotelengiectásico-.
- El tratamiento con láser fraccionado no ablativo no se utiliza comúnmente, pero también se utilizan, sobre todo en personas con piel clara. Las complicaciones se incrementan si se utilizan en personas con piel pigmentada.
- La luz pulsada intensa (IPL) puede ser eficaz en algunos casos de melasma epidérmico en tipos de piel más clara solamente.
- Los láseres totalmente no ablativos NO se recomiendan para el tratamiento del melasma, ya que el riesgo de complicaciones es demasiado alto.
Los nuevos láseres de picosegundos Q-Switched pueden resultar más eficaces que la actual tecnología de nanosegundos Q-Switched. Sin embargo, esto requerirá más investigaciones antes de que se puedan hacer recomendaciones para su uso en el tratamiento de las manchas.
Aún así, debes tener en cuenta que, aunque el tratamiento sea eficaz, la recurrencia de la afección es muy habitual.
5. Ácido Tranexámico
El ácido tranexámico oral es un tratamiento prometedor para esta condición. Se trata de un fármaco sintético que inicialmente trata los trastornos hemorrágicos, pero también se ha encontrado que mejora el melasma y otros trastornos de hiperpigmentación de manera eficaz.
Actualmente, algunos dermatólogos lo utilizan en forma de pastillas (en dosis bajas) para reducir el melasma y proporcionar un tono de piel más claro y uniforme cuando no se ha conseguido mejorar con las cremas.
Los beneficios del tratamiento con ácido tranexámico oral se maximizan después de tomarlo durante ocho a doce semanas. Durante este tiempo, lo que hace es limitar un proceso celular involucrado en la producción de melanina.
Un análisis encontró que si los pacientes seguían tomando ácido tranexámico oral, los signos de melasma se reducían. Sin embargo, dado que el proceso de producción de melanina simplemente se detuvo, una vez que dejaron de tomar el medicamento, el proceso se reanudó y las manchas oscuras y el oscurecimiento regresaron.
Estos hallazgos muestran que las personas que desean continuar experimentando los beneficios del ácido tranexámico oral, deben continuar tomándolo como un tratamiento a largo plazo.
Actualmente se considera seguro para uso a largo plazo en dosis bajas, con pocos efectos secundarios informados por quienes lo toman.
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6. Maquillaje para cubrir manchas
El maquillaje puede ocultar la mayoría de los casos de melasma, pero en algunos casos la pigmentación es demasiado oscura para poder cubrirla con éxito. Por eso, es necesaria una base cubriente, además de la ayuda del corrector.
¿Se puede eliminar el melasma definitivamente?
Depende del tipo que sea. El melasma epidérmico tiene un mejor pronóstico que el tipo mixto o el dérmico, pero todos los tipos son recurrentes y requieren una terapia de mantenimiento continua.
El melasma asociado con el embarazo tiene mayor probabilidad de mejorar, ya que el pigmento se va desvaneciendo gradualmente a lo largo de los meses. Sin embargo, el melasma a menudo se repite en embarazos posteriores.
Hay varios productos cosméticos para blanquear la piel y pueden ser efectivos para casos leves de melasma. También existen otros procedimientos, incluyendo los peelings químicos, la microdermabrasión y la cirugía láser, aunque sus resultados hasta ahora no han sido consistentes.
Procedimientos como estos, que eliminan las capas superficiales de la piel, tienen el potencial de causar una irritación significativa, que puede empeorar el melasma.
Sin embargo, si se realizan correctamente, estos procedimientos pueden producir algún beneficio en determinadas personas.
En resumen, mientras que el melasma puede ser un problema persistente, frustrante y difícil de tratar, un enfoque global que incluya evitar el sol, el uso de protectores solares, agentes despigmentantes, tratamientos ocasionales, y una estrecha supervisión por parte de un dermatólogo, puede llevar a un resultado exitoso.
Fuentes de referencia:
- Melasma: diagnosis and treatment – American Academy of Dermatology
- Melasma Treatment: An Evidence – Based Review – American Journal of Clinical Dermatology
- Topical treatment of melasma – Indian Journal of Dermatology