¿Te encantaría lucir una piel eternamente joven, no es así?. Para conseguirlo, no solo podemos recurrir a costosos tratamientos faciales, sino que podemos comenzar por prestar a nuestros tejidos la atención que tanto merecen.
Arrugas, manchas oscuras, poros muy dilatados y flacidez es lo que todas las personas tratan de evitar. Pero, inevitablemente, el envejecimiento cutáneo es un proceso natural por el cual todas y todos, más tarde o más temprano, pasamos.
A pesar de que no es posible que nos mantengamos siempre jóvenes, sí podemos minimizar los signos del tiempo. Técnicamente, rejuvenecer es hacer la piel más bella, más vital, más exuberante, más firme, con una textura más homogénea, de todos modos, si la piel está sana, muestra que tu salud está en equilibrio.
Una de las características importantes de este equilibrio es el balance positivo entre los radicales libres y antioxidantes.
Los radicales libres son moléculas producidas de forma continua a través de procesos metabólicos, y que deben ser «neutralizados» por los antioxidantes, por lo tanto, los antioxidantes también son llamados nutrientes antienvejecimiento.
Nos centramos en las causas que dan lugar al envejecimiento de la piel y las principales recomendaciones o consejos que debemos llevar a cabo para tratarlas.
Principales causas de envejecimiento facial
Además del nuestra genética, el desgaste de la edad, el estrés emocional, la sobrecarga de actividades y la ansiedad pueden conducir a una resistencia orgánica, lo que daña la piel. Sin embargo también existen otros factores que debes conocer y que también contribuyen al envejecimiento prematuro:
Exposición ante los rayos del sol
Es uno de los principales factores externos a los que nos enfrentamos cada día, sin que seamos conscientes en muchas ocasiones que cuando hablamos de envejecimiento prematuro, el sol, es el gran responsable.
De hecho, puede llegar a causar más daños, incluso que el paso de los años. Los daños que genera una exposición solar muy prolongada se reflejan en nuestros tejidos, siendo evidente en la aparición de arrugas y manchas que se extienden a lo largo del rostro y el escote, dos zonas muy expuestas al sol.
Estrés oxidativo de la piel
Cuando estamos estresados liberamos los conocidos radicales libres, que tanto afectan a la estructura de nuestra piel, siendo una de sus principales causas de deterioro prematuro.
Mientras nuestra tez se mantiene joven, los antioxidantes que la conforman son los principales encargados de radicar la acción dañina de los radicales libres, pero una vez que va pasando el tiempo, la capacidad con la que cuenta para frenarlos, va mermando de una forma bastante considerable.
Mala alimentación
Llevar una dieta equilibrada y sana es vital para que nuestros tejidos se ven más sanos y jóvenes, por lo que es importante que está dieta sea variada y sea muy rica en antioxidantes, capaces de anular la actividad de los radicales libres.
El pescado azul, con alto contenido en ácidos grasos Omega 3 o lo frutos secos, con un gran aporte de vitamina E, además del consumo de mucha variedad de fruta y verdura, sentarán la base de una alimentación saludable.
Consumo de alcohol y tabaquismo
Consumir alcohol y fumar habitualmente son dos malos hábitos totalmente incompatibles con lucir una piel saludable y joven, sin marcas o signos prematuros de envejecimiento.
En el caso del alcohol, deja la piel mucho más deshidratada, haciendo que nuestros tejidos queden mucho más expuestos ante agresiones externas. Por otra parte, el tabaco afecta al aporte sanguíneo en nuestras células, dando lugar a este deterioro prematuro.
Un dato necesario: la formación de arrugas y su aumento considerable, está estrechamente relacionado con la cantidad de cigarrillos que consuma y los años durante los que una persona fuma.
Contaminación ambiental
Los tejidos expuestos ante agresiones ambientales constantes, algo que sucede con frecuencia en grandes ciudades, suelen envejecer de una forma más rápida debido a los daños que causan los radicales libres, afectando directamente al estado de nuestra piel.
Falta de cuidados
Cuando nuestros tejidos no reciben los cuidados que merecen poco a poco se van marchitando, siendo mucho más latente los signos de la edad, envejecimiento antes.
Hay que llevar a cabo, a diario, lo que se conoce como una rutina consciente en la que se añadan pasos básicos de cuidados, adaptados en cada etapa o edad. Entre los pasos más elementales se encuentra la limpieza facial, la hidratación facial o la protección ante los rayos del sol.
Siempre debemos llevar una rutina personalizada, como veremos, porque además de la edad, cada piel es diferente y cuenta con sus propias características y necesidades específicas.
Por ejemplo, a partir de los 40 años debemos llevar una rutina facial que contemple el uso de productos con activos antiage.
Conoce los pasos esenciales para llevar a cabo una buena rutina facial en esta etapa.
Consejos para combatir el envejecimiento de la piel
Conforme van pasando los años, todas y todos nos vemos afectados de una forma natural por algunos signos de la edad, así que lo mejor, para ahorrarnos disgustos es llevarlo con la mayor naturalidad posible y sobre todo… ¡tomando cartas en el asunto!.
Una buena rutina de cuidados faciales puede conseguir retrasarlos y evitar que estos aparezcan en nuestro rostro de una forma prematura, manteniendo así nuestra piel firme, luminosa y tersa durante un mayor tiempo.
A continuación resumimos los pasos que los expertos aconsejan seguir, para mantener un estado juvenil de la piel, durante más años. Ten en cuenta lo siguiente:
1. Protege tu piel de los rayos del sol
Como se trata de uno de los factores que más afectan en el deterioro de la piel, comenzamos por la forma de tratar los daños asociados a la exposición solar.
El mejor secreto, contando a voces, es el uso de un protector solar alto, es decir, FPS 50, que será nuestra herramienta vital para lidiar con el fotoenvejecimiento.
Aunque creamos que en invierno no es necesario su uso, nada más alejado de la realidad… ¡su uso es importante todos los días del año!, haga sol, esté nublado, llueva, sea verano o sea invierno, debemos utilizarlo cada día.
Por lo tanto, para tener una piel saludable, bien protegida del sol, en nuestra rutina no puede faltar la aplicación de un protector solar, especialmente en el rostro y en el escote, dos zonas muy expuestas a diario. Elige un producto de acuerdo con tu tipo de piel y asegúrate de que contenga protección contra los rayos UVA y UVB.
La exposición a los rayos UVA y UVB diariamente, sin la protección adecuada, es el mayor responsable en la aparición y aumento de arrugas y la formación de manchas.
2. Lleva a cabo una rutina facial específica
En este segundo punto queremos insistir en la importancia de realizar una rutina facial de una forma diaria, ya que es el pilar y motor del nuestra piel. En este sentido, queremos insistir especialmente en la limpieza del rostro, ya que es la primera parte y la base de una rutina en condiciones.
Es totalmente necesario someter nuestros tejidos a dicha limpieza para que se mantenga libre de imperfecciones y de impurezas, así contribuiremos a la mejora de su apariencia externa y mantener su salud. Puedes optar por un limpiador que sea versátil y respetuoso, como sucede con las opciones micelares que son muy apropiadas.
Sobre todo si solemos utilizar maquillaje a diario, ya que puede convertirse en un enemigo si no lo eliminamos completamente por la noche. El maquillaje estimula la apertura de los poros durante el sueño, lo que favorece la aparición de puntos negros y espinillas, y deja la piel áspera y sin brillo. ¡No olvides desmaquillar bien tu piel!.
Por otro lado, utilizar cosméticos de uso externo específicos contribuirá a nutrir los tejidos y estimular la ansiada reparación celular, previniendo y disminuyendo manchas y arrugas.
También son vitales para ejercer otras funciones como tonificar o hidratar nuestra piel profundamente, brindando la nutrición profunda que nuestros tejidos necesitan para mantener su firmeza.
Hazte una exfoliación de piel al menos una vez por semana para eliminar las células muertas y dejar la piel suave y tersa; también puedes optar por opciones exfoliantes caseras, ya que pueden ser igual de eficaces si conoces bien los ingredientes que debes utilizar.
Otra buena opción son los peelings faciales realizados por profesionales de la belleza; ideales para hidratar la piel y combatir su apariencia áspera, restaurando el brillo natural.
En el cuidado corporal y en su limpieza, tenemos muy claro que lo mejor es utilizar el gel de baño sin sulfatos de la firma Dalire, formulado en su totalidad con ingredientes naturales.
Utiliza cosméticos con activos antiedad
Además de ser imprescindible el uso de cosméticos específicos en cada edad o etapa, queremos ir unos pasos más allá para contarte que será fundamental que estos productos contengan activos o ingredientes anti-edad.
Hay determinadas zonas del rostro que sufren especialmente la aparición de los signos de la edad, como por ejemplo, el caso del contorno de ojos. El área de los ojos tiende a sufrir de los signos de envejecimiento, como las ojeras oscuras, causados por la baja producción de colágeno y elastina.
La aplicación de buenos contornos de ojos formulados con colágeno, ácido hialurónico, retinol y vitamina C aumenta el paso de la corriente de la sangre en el lugar, luchando contra el envejecimiento.
Por otro lado, la vitamina E es considerada uno de los antioxidantes más potentes, capaces de eliminar los radicales libres, se puede aplicar a la cara a través de mascarillas faciales, a través de tratamientos especializados o de una forma casera; además esta vitamina es capaz de nutrir las pieles más desvitalizadas.
Para el cuidado del rostro es preferible incluir un sérum anti-edad efectivo que reúna activos antiage de calidad, que se preocupen por el aspecto juvenil y saludable de nuestros tejidos.
Si en tu caso has cruzado la etapa de los 60 años entonces, te aconsejamos que utilices un buen suero específico para pieles maduras.
3. Aporta mucha hidratación… ¡por dentro y por fuera!
Cada tipo de dermis requiere unos cuidados concretos, específicos, pero en todos y cada uno los tipos de piel hay un cuidado que es indiscutible: aportar una hidratación profunda.
A medida que van pasando los años es vital aportar a nuestra piel la nutrición que no puede mantener o preservar por si misma, así que será necesario insistir en el uso de productos que ofrezcan esta hidratación, en los que se incluyan componentes humectantes, como el versátil aloe vera.
Sobre todo, cuando nuestra piel se encuentra en las puertas de la madurez será aún más necesario a partir de los 60 años, utilizar cremas antiarrugas que intensifiquen estos cuidados hidratantes.
Bebe la cantidad de agua suficiente
No tenemos en cuenta la importancia de beber agua y es que, a veces solo nos centramos en los problemas de deshidratación que presenta nuestra piel de una forma externa, sin tener presente que el problema o mejor dicho, la causa de este problema, comienza de una forma interna.
Beber agua es el motor de nuestra piel y nuestro organismo, aunque no debemos forzarnos, si que debemos tener presente al menos que lo recomendable es beber una cantidad de dos litros de agua.
Si este gesto no lo tienes nada interiorizado y te cuesta mucho beber esta cantidad de agua, tenemos buenas noticias, porque también puedes optar por tomar infusiones, además de llevar una dieta que sea muy rica en verduras y frutas, ya que también contribuirá a sumar hidratación.
4. Mantén un estilo de vida que sea saludable, ¡evita los malos hábitos!
Por supuesto, tu estilo de vida también influye en gran medida sobre la belleza de la piel. Una dieta rica en nutrientes, antioxidantes, vitaminas y aminoácidos siempre ayuda muchísimo, así como la práctica de ejercicio ligero y una vida emocional equilibrada que son también grandes aliados.
Se recomienda evitar malos hábitos como el alcohol y el tabaco y sobre todo, dormir las horas suficientes (8 horas), ya que la falta de sueño afecta a las defensas de nuestro organismo y a nuestra piel.
Los malos hábitos y las toxinas aumentan los niveles de radicales libres que aceleran el deterioro de nuestra piel, siendo fundamentales los alimentos y componentes cosméticos con cualidades antioxidantes, ideales para contrarrestar este deterioro.
5. Evita el estrés, ser feliz también mejora los signos de la edad
Como ya has podido comprobar, para preservar la juventud no solo es importante tener en cuenta los cuidados que practicamos de una forma externa, sino que también debemos vigilar otras cuestiones, como nuestro estado de ánimo.
Por si no lo sabías, el hecho de ser felices está estrechamente relacionado con la salud y el estado de la piel. Si vivimos constantemente de mal humor, con gestos constantes de enfado, nuestros gestos faciales irán adoptando estas posturas, dejando su huella en nuestra piel.
Otra de las causas que afecta directamente al empeoramiento del estado de la piel es el estrés. En nuestro organismo, los efectos más visibles son la formación de arrugas, la caída del cabello, además de otros signos vinculados con la pérdida de juventud, como la flacidez y la pérdida de elasticidad.
Hemos dedicado este post a las principales causas del envejecimiento facial y a los consejos más relevantes para combatirlo, ahora que lo tienes presente, es el momento de dedicar a tu piel los mimos y las necesidades que requiere.
Y recuerda, ¡ser feliz también ayuda a mejorar la piel!.