Cualquier fanático de la K-beauty -cosmética coreana- probablemente esté familiarizado con la doble limpieza, y si no lo está, debería estarlo.
La doble limpieza es la columna vertebral de cualquier buena rutina de cuidado de la piel, y es, sin duda, el paso más importante de la rutina: si tu piel no está totalmente limpia, los demás productos no funcionarán tan bien, y tu piel no estará preparada para absorber los activos beneficiosos.
Sabemos que a veces ni siquiera tienes la energía para limpiarte la cara con una toalla, pero cuando se trata del cuidado de la piel, un par de minutos extra pueden marcar una gran diferencia.
Así que vamos a averiguar todo lo relacionado con la doble limpieza facial, sus beneficios, y por qué deberíamos empezar a hacerlo lo más pronto posible para conseguir una piel hermosa.
¿Qué es la doble limpieza?
Si eres nuevo en este concepto, no te preocupes, la doble limpieza es un proceso fácil de entender. Básicamente es el método de limpieza que usan las mujeres coreanas para conseguir una piel de porcelana.
Consiste en lavarse la cara en dos pasos: primero usando un limpiador a base de aceite, seguido por un limpiador espumante a base de agua.
Necesitas dos fórmulas diferentes para limpiar tu rostro de forma adecuada y a fondo. El primer paso elimina las impurezas a base de aceite como el sebo, el maquillaje y los contaminantes, mientras que el segundo paso limpia los residuos a base de agua, como el sudor y la suciedad.
Esta forma de limpiar asegura que ambos tipos de impurezas sean eliminadas de tu piel, y que tu rostro obtenga la limpieza más profunda y suave posible.
PASO 1 – Limpiador de aceite
¿Qué hace? Disuelve suavemente los restos de aceite, como el sebo, el maquillaje, el protector solar y los contaminantes del aire. Los limpiadores a base de agua no son capaces de eliminar los residuos a base de aceite porque el aceite y el agua no se mezclan.
Puedes utilizar también una agua micelar, cuyas micelas son pequeñas partículas de aceite. Elige aquí las mejores opciones del mercado.
¿Cómo usarlo? Coge una pequeña cantidad de limpiador y masajéalo sobre tu cara con movimientos circulares suaves y ascendentes. Luego aplica un poco de agua y masajéalo de nuevo para emulsionar el producto (lo estás haciendo bien si se vuelve lechoso). Por último, enjuaga el limpiador de aceite con agua tibia.
PASO 2 – Limpiador en espuma/crema
¿Qué hace? Elimina suavemente las impurezas a base de agua, como el sudor y la suciedad.
¿Cómo usarlo? Después de aclarar bien el limpiador de aceite, agrega una pequeña cantidad de limpiador en espuma o crema limpiadora en tu cara, y masajéalo con suaves movimientos circulares ascendentes. Por último, acláralo con agua tibia.
¿Con qué frecuencia se debe realizar una doble limpieza?
Lo ideal es que la realices dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Por la mañana es importante para eliminar cualquier resto de sudor y grasa que tu piel haya producido por la noche, así como para retirar cualquier producto restante de la noche anterior. Además, ayudará a preparar tu piel para la rutina de cuidado matutina.
La doble limpieza por la noche eliminará el maquillaje, el protector solar, la contaminación y otras impurezas que la piel ha acumulado durante el día.
¿Por qué es importante?
Como hemos visto, la doble limpieza elimina la suciedad que se encuentra en la parte superior de la piel, junto con el maquillaje, el exceso de grasa y la piel muerta.
Tal vez te estés preguntando: ¿No hace eso ya mi limpiador normal? No necesariamente.
Realmente necesitas una doble limpieza si vives en una gran ciudad con alta contaminación -sí, tu ciudad puede estar causando estragos en tu piel- o si usas mucho protector solar, ya que estos pueden dejar residuos que son difíciles de eliminar.
Y si usas maquillaje todos los días, esta doble limpieza también te ayudará a eliminar todo el maquillaje. No eliminarlo del todo puede dejar la piel con un aspecto opaco, y también contribuye a obstruir los poros, lo que puede provocar acné o agrandamiento de los poros.
Y si tu piel está completamente limpia, es más fácil que los serums y las cremas hidratantes se absorban mejor, y sus activos produzcan los mejores resultados.
¿Y si no utilizo maquillaje, todavía tengo que usar un limpiador de aceite? Pues sí. Aunque es cierto que los limpiadores de aceite son grandes desmaquillantes, pueden hacer mucho más que eso.
El maquillaje es sólo un tipo de impureza a base de aceite. Hay otras, como el exceso de sebo (que segrega todo el mundo), y varios contaminantes a base de aceite que se acumulan en la piel en el transcurso del día o la noche.
Los limpiadores de aceite también descomponen el protector solar, que siempre, siempre, siempre, debes llevar puesto.
Elimina toda la suciedad de la superficie a base de aceite para que, cuando apliques el limpiador de agua, éste pueda penetrar profundamente en los poros y eliminar las impurezas más profundas.
Así que no importa si usas maquillaje o no, no te saltes ningún paso.
¿Debería usar un limpiador a base de aceite si mi piel es grasa?
Este es uno de los conceptos erróneos más comunes. La idea de que el aceite en la piel grasa es una mala combinación es uno de los mitos más inexactos, pero ampliamente difundidos sobre el cuidado de la piel.
En realidad, si estás luchando contra la piel grasa, el uso de un limpiador a base de aceite es más importante si cabe. La piel grasa produce más impurezas a base de aceite que la piel normal, y el uso de un limpiador con aceite es la manera más efectiva de eliminar esas impurezas.
Los limpiadores de aceite eliminan suavemente el exceso de sebo y ayudan a equilibrar la piel, previniendo la producción de exceso de sebo. Notarás que el uso de este limpiador con aceite hace que tu rostro pierda sus brillos con el tiempo.
Al final del día, el uso de un limpiador con aceite en la piel grasa es una de las maneras más efectivas de combatir los brotes.
Es un consejo para el cuidado de la piel que practican muchas dermatólogas y esteticistas de todo el mundo, y espero que con el boca a boca, este sea un concepto más universal.
¿Los limpiadores a base de agua van a secar mi piel?
Para algunas personas, la idea de usar un limpiador que no sea a base de aceite es desalentadora, porque dejan su piel seca y tirante. Pero mientras estés usando un limpiador de espuma que sea adecuado para tu tipo de piel, esto no tienen porqué pasar.
Si tienes problemas con la piel seca y sensible, la clave es simplemente usar un limpiador espumoso que sea suave y con un pH neutro a bajo. Esto asegurará que tu piel reciba la limpieza profunda y completa que necesita, sin resecar tu rostro.
La doble limpieza es particularmente útil para estos casos, porque al utilizar un limpiador de aceite en primer lugar significa que el limpiador a base de agua tiene que eliminar menos impurezas, y esto te permite utilizar uno que sea más suave con la piel.
¿La doble limpieza puede limpiar en exceso mi rostro?
Es cierto que es posible limpiar en exceso la piel, así que es fácil caer en el concepto erróneo de que una doble limpieza puede sobre-limpiarla. Pero nada más lejos de la realidad.
Los limpiadores de aceite están formulados para ser extremadamente suaves con la piel. A diferencia de otros limpiadores más agresivos, no eliminan los lípidos y ceramidas que son esenciales para mantener su piel equilibrada y saludable.
Esa desagradable sensación de sequedad y tirantez que se produce después de la limpieza con productos de limpieza fuertes, se produce porque los lípidos y ceramidas se eliminan para eliminar las impurezas a base de aceite.
Los limpiadores de aceite aseguran que esas impurezas sean eliminadas, pero dejando que los lípidos y las ceramidas permanezcan en su lugar. Incluso hay limpiadores de aceite que son extra suaves, que son una gran adición para las pieles extra sensibles.
¿En qué casos no se debería hacer?
No se recomienda la doble limpieza si una piel tiene un brote de rosácea, o si se sufre de acné quístico. En estos casos, lo mejor es optar por una sola limpieza con un limpiador de aceite o una leche limpiadora suave, ya que la doble limpieza puede sobreestimular la piel y agravarla aún más.
En resumen, la regla general es que todos -independientemente del tipo de piel o de los productos que usen- ¡deben realizar una doble limpieza todos los días, mañana y noche!
Esto no sólo prevendrá las imperfecciones, sino que asegurará que la piel esté lista para recibir todos los demás productos cosméticos, haciéndolos aún más eficaces.
Así que, la próxima vez que te preguntes si deberías hacer una doble limpieza, recuerda que la respuesta casi siempre es sí.