¿Tienes la piel inusualmente roja? ¿Está excepcionalmente seca y tirante? Peor aún, ¿notas venitas rojas en forma de telarañas bajo la piel? Podrías tener una afección cutánea conocida como cuperosis.
La piel de cada persona es única, y eso es lo bonito. Aunque el Photoshop te haya convencido de que el cutis «perfecto» existe, esta no es la realidad. Si los signos anteriores te son familiares, no estás solo.
La cuperosis puede aparecer por diversas razones (algunas ni siquiera las conoces). Por suerte, hay algunos tratamientos para minimizar su aparición en caso de que quieras hacerlo.
A continuación te ofrecemos una guía completa sobre la cuperosis en la que encontrarás respuesta a todas tus preguntas. Empecemos.
¿Qué es la cuperosis?
Es una afección de la piel en la que se produce una dilatación de los vasos sanguíneos que hace que estos capilares se vuelvan visibles y adquieran un tono rojizo o violeta.
Suele mostrase en zonas visibles del rostro, como las mejillas, la nariz, la frente y la barbilla; y aunque puede aparecer tanto en hombres como en mujeres, las féminas son más propensas.
Esta condición se presenta con mayor frecuencia en personas de piel clara y se vuelve más común con la edad.
¿Piensas que puedes tener cuperosis? Éstos son los síntomas más comunes:
- Tienes la cara enrojecida. Las áreas más comunes son las mejillas y la nariz.
- Tienes la piel seca y sensible, lo que a veces te produce sensación de quemazón.
- Te sonrojas con facilidad, sobre todo cuando sientes emociones fuertes o cuando hay un cambio brusco de temperatura.
- Tienes capilares rotos en la nariz.
- Notas pequeñas venas visibles debajo de la piel que adquieren una tonalidad rojiza o violácea.
Es normal enrojecerse por la acción del calor, el frío o el viento; pero cuando la rojez persiste, entonces es cuando se puede considerar cuperosis.
Lo mejor para saber si padeces cuperosis es acudir a un dermatólogo. Él podrá orientarte en la dirección correcta para poder solucionar el problema.
Causas
Los factores que lo provocan no son del todo conocidos, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales, entre los cuales se pueden incluir:
- Exposición al sol: los rayos UV pueden debilitar los vasos sanguíneos de la piel y provocar su dilatación.
- Cambios hormonales: algunos estudios han sugerido que las fluctuaciones hormonales (como durante el embarazo o la menopausia) pueden contribuir a la cuperosis.
- Cambios de tiempo: los cambios drásticos de tiempo pueden afectar a la circulación sanguínea y enrojecer la piel de la cara. Los vasos sanguíneos pueden dilatarse e incluso romperse.
- Consumo de alcohol: se cree que el consumo excesivo de alcohol puede favorecer la dilatación de los capilares y resecar la piel.
- Cambios de presión: un cambio repentino y extremo de presión puede provocar la aparición de enrojecimiento. Un estornudo fuerte o un vómito pueden provocar este cambio de presión.
- Rosácea: la rosácea es una afección común que hace que la piel se ruborice y enrojezca debido a una serie de cuestiones. Quien presenta rosácea generalmente también muestra cuperosis.
- Irritantes ambientales: estar en contacto con ciertas sustancias químicas o contaminantes ambientales puede hacer reactiva la piel y favorecer el enrojecimiento.
- Factores genéticos: no podemos ignorar la genética, las personas cuyos padres padecen cuperosis también tienen más probabilidades de sufrirla.
En general, la cuperosis no afecta de forma negativa a la salud, pero puede ser incómoda o influir en la autoestima de quienes la padecen.
Cuperosis y rosácea: diferencias
La cuperosis y la rosácea son dos afecciones dermatológicas que pueden tener síntomas similares, pero existen algunas diferencias clave entre ambas. A continuación, te mostramos las principales diferencias:
- Área afectada: mientras que la cuperosis se limita a la dilatación de los vasos sanguíneos en zona de la nariz y las mejillas, la rosácea puede afectar también otras áreas del rostro, como la frente, la barbilla y el área alrededor de los ojos.
- Síntomas: la rosácea puede presentar una amplia variedad de síntomas que incluyen enrojecimiento, inflamación, aparición de granos o pústulas, sensación de ardor o picor, y engrosamiento de la piel.
- Causas: aunque ambas afecciones pueden estar relacionadas con una combinación de factores genéticos y ambientales, la rosácea se considera una enfermedad inflamatoria crónica y se ha asociado con el sistema inmunológico, mientras que la cuperosis se relaciona más con factores como la exposición al sol, los cambios hormonales y el consumo de alcohol.
- Tratamiento: el tratamiento para la cuperosis suele centrarse en reducir los síntomas mediante la aplicación de cremas o láseres para reducir la dilatación de los vasos sanguíneos, mientras que el tratamiento para la rosácea puede incluir medicamentos para reducir la inflamación, antibióticos para tratar las infecciones o cremas para aliviar los síntomas.
En resumen, aunque la cuperosis y la rosácea pueden tener síntomas similares, existen diferencias significativas en cuanto al área afectada, los síntomas, las causas y el tratamiento. Por eso es importante consultar a un dermatólogo para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Tratamientos para la cuperosis
El tratamiento de la cuperosis depende de la gravedad de la condición, pero en general, se enfoca en reducir la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuir el enrojecimiento.
Hay varios tratamientos que puedes poner en práctica para acabar con esta afección:
Aplicar protección solar todos los días
Como hemos visto, el sol es uno de los factores que predisponen el enrojecimiento al debilitar los vasos sanguíneos, así que uno de los principales preventivos y tratamientos es el uso de protector solar con un FPS alto 30 o superior y que sea de amplio espectro para proteger la piel de los rayos UVB y UVA.
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Además de usarlo a diario y replicarlo cada dos horas (si vas a estar expuesto al sol), se recomienda evitar la exposición prolongada al sol y utilizar sombreros, gafas de sol y ropa protectora.
Incluir retinol en tu rutina
Además del protector solar, existen algunos ingredientes tópicos que ayudan a combatir la aparición de estas venitas visibles.
Por ejemplo, la aplicación de una crema de retinoides/retinol es una forma fácil y asequible de ayudar a reducir la aparición de enrojecimiento y filamentos rojizos. Aquí tienes una selección de las mejores.
Los retinoides favorecen la renovación celular de la piel y estimulan la síntesis de colágeno, y son conocidos por minimizar los signos del envejecimiento, como la hiperpigmentación y las líneas de expresión. Aquí tienes todos sus beneficios explicados.
Puedes encontrar cremas y serums con diferentes niveles de potencia fácilmente. Pero ¡cuidado! Si es la primera vez que usas el retinol, tienes que introducirlo poco a poco para que no te produzca ningún efecto negativo. Aquí te explicamos cómo hacerlo.
Utilizar cosméticos con ingredientes que ayuden mejorar la cicrculación
Busca ingredientes tópicos que puedan reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los vasos sanguíneos. Estos te pueden ayudar:
- Vitamina C: la vitamina C es un antioxidante que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y puede mejorar la circulación sanguínea. La vitamina C, como te indicamos aquí, también puede ayudar a reducir el enrojecimiento y la inflamación.
- Vitamina K: es un ingrediente que puede favorecer la circulación sanguínea y bajar la inflamación. También se ha demostrado que ayuda a reducir la apariencia de los vasos sanguíneos dilatados en la piel.
- Niacinamida: la niacinamida es una forma de vitamina B3 que puede mejorar la función de la barrera cutánea y reducir la inflamación. También se ha demostrado que ayuda a reducir la apariencia de los capilares dilatados.
- Ácido azelaico: además de reducir la inflamación y mejorar la apariencia de los vasos sanguíneos dilatados, también puede ayudar a prevenir la formación de granos y pústulas.
Existen muchas cremas, serums y tratamientos que incluyen estos activos, así que no te será difícil encontrarlos.
Láser
Los tratamientos con láser son una opción popular para tratar la cuperosis. El láser ayuda a cerrar los vasos sanguíneos dilatados y reducir el enrojecimiento en la piel. El tratamiento con láser es rápido y efectivo, pero puede ser costoso.
Terapia de luz pulsada intensa (IPL)
La terapia IPL es otra solución efectiva. Esta terapia utiliza pulsos de luz intensa para disminuir los capilares y reducir el enrojecimiento en la piel. La terapia IPL es menos costosa que el tratamiento con láser, pero puede requerir varias sesiones para obtener resultados óptimos.
Medicamentos
En casos graves de cuperosis, se pueden prescribir medicamentos como betabloqueantes y antihistamínicos para reducir la dilatación de los vasos sanguíneos y el enrojecimiento en la piel. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y deben ser prescritos por un médico.
En general, el tratamiento de la cuperosis puede requerir una combinación de los métodos mencionados anteriormente. Es importante consultar a un dermatólogo para determinar el mejor plan de tratamiento para cada caso específico.
Remedios caseros para las venitas rojas en la cara
Es importante tener en cuenta que los tratamientos que mejor funcionan para la cuperosis son los que hemos relatado arriba. Estos remedios caseros funcionan solo como ayuda complementaria.
Aloe vera: La investigación ha descubierto que el gel de sábila podría reducir el enrojecimiento, puede ayudar a reducir la inflamación y la irritación. También puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los vasos sanguíneos.
Extracto de té verde: Es un antioxidante que puede proteger las células de los daños causados por los radicales libres. Esto ayuda a reducir la inflamación y a tener una circulación fluida.
Bolsas de hielo: Una simple bolsa de hielo o de guisantes congelados, aplicado suavemente sobre la nariz o mejilla puede aliviar el escozor después de la exposición al sol o al calor. El frío puede ayudar a reducir la aparición de vasos sanguíneos dilatados en la cara.
Vinagre de manzana: El vinagre de manzana actúa como astringente sobre la piel, tensándola para reducir el enrojecimiento. Esto puede ayudar con la aparición de arañas vasculares en algunas personas.
Métodos de prevención
La prevención y los buenos hábitos desempeñan un papel importante en el tratamiento de las venitas rojas de la cara.
Aquí tienes algunos consejos para controlar mejor la cuperosis:
- Evita las variaciones de temperatura extremas y protégete la cara cuando haga mucho frío.
- Evita las comidas y bebidas calientes, así como la comida picante, que influyen en la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Reduce al mínimo el consumo de alcohol y café, que también contribuyen a la dilatación de los capilares.
- Evita las quemaduras solares y la exposición prolongada al sol.
- Mantén a raya el estrés.
- No utilices agua caliente en la cara. En su lugar, utiliza agua templada.
- No uses productos faciales que contengan alcohol u otros agentes abrasivos como ácidos.
- Utiliza productos cosméticos adaptados a tus necesidades.
Como has visto, son muchas las formas y tratamientos que hay para prevenir y tratar la cuperosis. Seguro que alguno de ellos te ayudará a reducir las venitas rojas de la cara.